Astillero. Vaya numeritos. Julio Hernández López
Miguel Ángel Osorio Chong se extravió en su propio túnel: conceptualmente impreciso y errático, prosódicamente torpe, gestualmente abatido, parecía todo menos un secretario de Gobernación […]
Miguel Ángel Osorio Chong se extravió en su propio túnel: conceptualmente impreciso y errático, prosódicamente torpe, gestualmente abatido, parecía todo menos un secretario de Gobernación poderoso e informado. Noche de lunes trágico, sin árboles de consuelo a los cuales acogerse, el ex gobernador de Hidalgo se enredaba en minucias, batallaba con los datos y la ilación, necesitado de un traductor de sí mismo, pues lo que hablaba no explicaba ni informaba, diciendo sin decir, en una lamentable emulación fallida de aquel Mario Moreno que no decía pero siempre sí: Chontinflas, fue la implacable sentencia del tribunal internético donde la reducción de talla política también se expresó en la abreviatura 8ng.