Astillero. Piojería política. Julio Hernández López
La tragicomedia futbolera mexicana se desliza por el tobogán de las cachetadas guajoloteras, con el señalamiento (dado a conocer de inmediato por el periodista David […]
La tragicomedia futbolera mexicana se desliza por el tobogán de las cachetadas guajoloteras, con el señalamiento (dado a conocer de inmediato por el periodista David Medrano) de que los cronistas deportivos de Televisión Azteca Christian Martinoli y Luis García fueron atacados con un golpe directo y una bofetada, respectivamente, por el director técnico de la selección de balompié comercial, Miguel Herrera, apodado El Piojo, y por su hija, en el aeropuerto de Filadelfia, ya terminada la copa que finalmente ganó el Tri, aunque con tales trampas que algunos aficionados imaginativos le cambiaron el nombre de Oro por Robo.