Astillero. México Milagro. Julio Hernández López
Enrique Peña Nieto ha vuelto a las explícitas andadas televisas. Como en sus mejores tiempos de dispensador de pagos por propaganda apenas encubierta en programas […]
Enrique Peña Nieto ha vuelto a las explícitas andadas televisas. Como en sus mejores tiempos de dispensador de pagos por propaganda apenas encubierta en programas de televisión, con el presupuesto del estado de México puesto al servicio de una precampaña política que evidentemente buscaba la llegada a Los Pinos, el enflaquecido atlacomulquense volvió a utilizar el canal de las estrellas para simular ejercicios periodísticos y aprovecharse de cámaras y micrófonos dóciles, acríticos, orgullosamente superficiales, para promover sin contrapeso alguno sus reformas tan polémicas…