Astillero. La (otra) fuga. Julio Hernández López
Dicen que a bordo del avión presidencial sólo faltó el perico. No se sabe si los cálculos estratégicos del grupo en el poder consideraron la […]
Dicen que a bordo del avión presidencial sólo faltó el perico. No se sabe si los cálculos estratégicos del grupo en el poder consideraron la posibilidad de que esa hipotética ave faltante fungiera como ejecutivo sustituto en caso de algún incidente, pues en un conmovedor arranque de confianza en la providencia el lic. Peña se llevó consigo a los titulares de las principales oficinas de eso que llaman “gobierno federal”.