Septiembre 2, 2015
Falso coralillo Ahora que está a punto de terminar el presente sexenio, los ánimos se empiezan a caldear en varios frentes que la administración saliente […]
Falso coralillo
Ahora que está a punto de terminar el presente sexenio, los ánimos se empiezan a caldear en varios frentes que la administración saliente no ha podido zanjar.
Y es que al menos las observaciones de la cuenta pública por parte de la Entidad Superior de Fiscalización estatal ESFE han exhibido lo burdo y tosco en que se asignaron recursos públicos a empresas con datos falsos, con simulaciones en los procesos de invitación restringida y con servicios y productos inexistentes o no recibidos.
Además de la falsificación de documentos, su uso indebido, la desviación de recursos públicos y los delitos cometidos por servidores públicos, también pudiera haber delitos de índole fiscal, el tiempo está corriendo y en breve habrá seguramente acciones no muy agradables para empresas fantasma y funcionarios que se van; tic, tac, tic, tac.
Lagarto enjaulado
Y ya que hablamos del fin de sexenio, otro que anda muy activo es el empresario Enrique Borbolla, actualmente recluido en el penal de San José El Alto.
Resulta que don Enrique trae una agenda con buen ritmo, la cual intenta posicionar en medios de comunicación para tratar de demostrar que su circunstancia en prisión procede de una cuestión política y no jurídica.
Los que saben dicen que Borbolla ha señalado directamente al Poder Judicial del Estado de recibir línea y actuar como empleados del Poder Ejecutivo, incluso dicen que el recluso ha asegurado ser un preso político gracias a la influencia de políticos de Quintana Roo y de Querétaro quienes realmente lo tienen tras las rejas.
Lo cierto es que quizá algo no ande bien, el hecho de intentar litigar en medios, lo que no ha podido lograr en tribunales podría ser una muestra de los causes que lleva su proceso jurídico, o podría ser que con el final del sexenio, sus esperanzas de salir libre se han intensificado, al tiempo.
Culebras
Donde no cesan de dar nota es en la Secretaría de Gobierno del Estado de Querétaro.
Y es que ahora resulta que el nuevo titular de dicha dependencia es también socio de una cooperativa de taxis en la entidad.
Al menos así lo consigna el periódico universitario Tribuna de Querétaro, donde se afirma que el actual secretario Juan Carlos Espinosa Larracochea es socio de Radio Taxi de Querétaro Plus, lo cual provoca un conflicto de intereses y contraviene la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos.
¿Será que el nuevo secretario de gobierno no conoce las leyes que debe guardar? ¿O será que sigue el ejemplo de su antecesor en el cargo?
Como dijo Montesquieu “Los malos ejemplos son más dañinos que los crímenes”.