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Vive AHORA

Por Paulina Fol - 04/04/2023

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

“Solo existen dos días en el año en que no se puede hacer nada. Uno se llama ayer y otro mañana. Por lo tanto, hoy […]

 Vive AHORA

“Solo existen dos días en el año en que no se puede hacer nada.
Uno se llama ayer y otro mañana. Por lo tanto, hoy es el día ideal para amar,
crecer, hacer y principalmente vivir”.

Dalai Lama

Mientras escribo estas líneas mi hijo se acerca a preguntarme sobre lo que escribo en esta ocasión. Le explico en un lenguaje de un niño de 7 años que esta vez se trata sobre la importancia de vivir en el presente. Para ejemplificar le pido que hagamos un ejercicio en el que nos demos muchos besos y abrazos y le digo que cada uno de esos besos y abrazos es único e irrepetible, pues ese preciso momento que estamos viviendo, unos instantes después pasará a ser parte del pasado y no regresará. De ahí la importancia de sentir, saborear y disfrutar cada uno de estos momentos.

¿Cuántos pensamientos y momentos experimentamos realmente en nuestro día a día en el instante en que suceden? ¿Cuántas veces estamos conscientes de lo que pasa a nuestro alrededor? ¿Cuántas veces nos bañamos disfrutando verdaderamente de ese baño? Podría casi asegurar que la mayoría de las veces estamos físicamente presentes en el lugar, pero nuestra atención y nuestra mente generalmente se encuentran en otro lado.

No es que sea malo recordar y aprender de nuestro pasado. Ni mucho menos trazarnos metas y objetivos hacia el futuro, pues sin duda alguna esto es lo que genera gran parte de nuestra motivación para el cambio y la evolución. El problema surge cuando nos quedamos atrapados en pensamientos del pasado y del futuro y vivimos de lo que no pudo ser o de lo que será y dependemos del futuro para la realización y la satisfacción.

“Si te enfocas excesivamente en la meta, el viaje de tu vida ya no será una aventura, solo una necesidad obsesiva de llegar. Ya no verás, ni olerás las flores del camino, ni serás consciente de la belleza y el milagro de la vida”. (Tolle, 1997)

Exchart Tolle, autor del libro “El poder del ahora” asegura que la incomodidad, la ansiedad, el estrés, la preocupación -todas las formas de miedo- son causadas por exceso de futuro y demasiada poca presencia. Por otro lado, la culpa, las lamentaciones, el resentimiento, las quejas, la amargura y todas las formas de falta de perdón son causadas por exceso de pasado y falta de presencia.

Actualmente parece estar muy de moda la filosofía de vivir en el aquí y en el ahora, sobre todo en Occidente. Sin embargo, esta filosofía tiene sus origenes hace aproximadamente 2500 años y sus raíces provienen de las enseñanzas de Buda. Para el budismo estar atentos plenamente implica estar conscientes de lo que está ocurriendo en el momento mientras está ocurriendo. Se trata de un continuo entrenamiento sobre cómo evitar perderse en los pensamientos y reacciones, pues cuando nos hacemos conscientes de nuestras experiencias, surge un espacio donde podemos responder en vez de reaccionar. Nos volvemos proactivos, en vez de reactivos. Para el budismo, a través de la atención plena se encuentra la calma, la inspiración, la fuerza interior y la salud mental.

Estamos atrapados en la preocupación interminable del pasado y el futuro y a nuestro presente le damos poca importancia. No nos damos cuenta que no existe otro momento para vivir, solo el ahora. Tenemos que aprender a dejar ser al momento presente y aceptar la naturaleza impermanente de las todas las cosas y condiciones. De esta manera, puedo disfrutar con todos mis sentidos estar escribiendo cada una de estas palabras como lo hago en este momento, disfrutar por completo del sabor y la textura de una manzana o atender plenamente a cada una de las conversaciones que tengo con la gente a mi alrededor, y por el otro saber que los momentos complicados tampoco son para siempre.

Paulina Fol

Licenciada en Contaduría por la Universidad Latinoamericana y egresada de estudios de Derecho del ITAM. Sin embargo, desde hace tres años me describo como una buscadora incansable de la paz interior y la salud mental, emocional y espiritual; a través de la formación y entrenamiento en estudios de Desarrollo Humano, Autoconocimiento, Mindfulness, Angeloterapia y diversas disciplinas relacionadas con el crecimiento personal.


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