Rufina es leal a Gilberto, pero su triunfo será ocioso de cara al 2024

Originaria de Concá en Arroyo Seco, Médico de Profesión y afín al PRD desde joven con participación modesta hasta 2009, fecha en la que abandonó su actividad proselitista y decidió ocuparse de su familia y montar un consultorio para ejercer la medicina. A pesar de que aquel municipio serrano es hoy gobernado por Morena, la recién nombrada Dirigente Estatal por el Partido de la 4T Rufina Benítez Estrada guarda distancia con la Alcaldesa Ofelia del Castillo, no así con su mentor, con su promotor para ocupar la silla de líder formal de Morena; Rufina es cercanísima y leal al Senador Gilberto Ruíz y con ello se acredita, una vez más, que el mesianismo de Santiago Nieto no tiene cabida en las filas del Movimiento de Regeneración Nacional o que lo fifís de sus pseudo operadores no le dan los frutos ofertados.

Silencioso, sin protagonismo, pero esta vez sí con resultados (no como en su encargo en la Cámara alta), Gilberto Herrera Ruíz fraguó una estrategia que le permitió hacerse de los dos principales escaños en Morena: la Dirigencia y el Consejo Estatal. A Mauricio Ruiz Olaes de poco o nada le sirvió formalizar el arribo de Gabriel “el Gavilán” Olvera y Alejandro Ochoa a las filas del Partido de López Obrador. El ex Rector de la UAQ hasta los dejó celebrar que a través de su hija y de su esposa respectivamente, ambos personajes hubieran obtenido las más altas votaciones en el proceso para elección de los 50 consejeros estatales, Herrera Ruiz tenía claro que en el escrutinio que más importaba ellos sólo tendrían un voto más y nada más.

Quedó demostrado que Morena es un Partido alineado a las bases, que los neoMorenistas como Arturo Maximiliano o Juan Carlos Espinoza son recibidos solamente por respeto a sus emisarios pero sin generar arraigo, muchos menos control. Se cansaron de denostar la trayectoria del violentador de mujeres Ángel Balderas y otros a los que acusaron de “porros”, mismos que con votos dieron valor a su paso por la izquierda queretana.

Pero también quedó acreditado que Morena vive un momento clave en su futuro, están fragmentados, sus luchas tribales han calado hondo y no se ve cómo Rufina Benitezpueda ser la pieza generadora de acuerdos, Gilberto arrebató y su triunfo puede ser ocioso de cara a las elecciones del 2024 si persiste la división interna. Hay muchos aspirantes que no cuentan con el respaldo del Senador pero que sí tienen un gran respaldo ciudadano (como el propio Ochoa y el Gavilán), no creo que para la obtención de triunfos electorales pero sí para ser competitivos, y si no son considerados en la ecuación de quienes hoy se quedaron con las presidencias operativas y de toma de decisiones, a Morena se le hará casi imposible crecer en las próximas contiendas locales.

Lo ocurrido a nivel local es sintomático de lo que acontece en el resto del país. Dónde el Gobernante es producto de su trayectoria dentro del movimiento de López Obrador ya tienen a su corcholata; donde no existe mandatario local, los tradicionales se quedan con la toma de decisiones, y enambos casos ya decidieron: irán en la Presidencial con alguien como ellos, irán con Claudia Sheinbaum.   Así que aquellos engañados a nivel local con que Marcelo Ebrard será el elegido, pueden ir guardando sus quimeras en su amplio baúl de fracasos.