México requiere un presidente o presidenta con urgencia
Es necesario un líder para México, urge un presidente para esta nación
¡México requiere un presidente o presidenta con urgencia! Falta quien gobierne, que rinda cuentas de la administración pública, que se transparente.
Andrés Manuel López Obrador, apenas ha servido para ser el vocero y muy malo, de la Presidencia de la República. La mayoría de las veces miente y ofende.
Andrés Manuel López Obrador, se ha quejado por 5 años, echa culpas al pasado de su incapacidad para gobernar.
Andrés López Obrador, el vocero, se ha dedicado a la crítica. En 5 años ha desperdiciado 3, 650 horas en las conferencias mañaneras. No gobierna. Solo se duele el incapaz.
Andrés Manuel López Obrador, solo ha servido para dilapidar el dinero del pueblo. Miles de millones de pesos cada año sin que haya beneficios para la sociedad. La infraestructura no creció. Ahuyentó a la inversión extranjera por la falta de seguridad jurídica.
Con López Obrador, se perdió la seguridad pública y critica al pasado por ello. Creó la Guardia Nacional y los homicidios se incrementaron al igual que el número de elementos de “seguridad”; totalmente contradictorio. 171 mil 061 homicidios en 5 años, superando a todos sus antecesores la inseguridad ¡De terror! Según la página del gobierno federal la Guardia Nacional tiene una fuerza de 118 mil elementos. En 2018 había 27 mil, 261 elementos de policía federal y menos violencia. Vaya incongruencia. Casi cuadruplicó la fuerza de seguridad y la violencia se disparó. Elementos de las Fuerzas Armadas, desarmadas para enfrentar al crimen organizado.
Con AMLO no hay medicamentos y los hospitales nunca pudieron igualar a los de Dinamarca; por el contrario, todo disminuyó, hasta el presupuesto público. Más muertos, más enfermos, terminó con el prestigio de las vacunas mexicanas. Ahora no hay. Con la pandemia del Covid-19 los muertos superaron el medio millón. Rotundo fracaso ¡Urge un presidente o presidenta!
AMLO resultó excelente como mago de las finanzas. Todo dinero lo desaparece e incrementa la deuda interna y externa. Nos espera más deuda en el último año, 2 millones de millones de pesos más que tendremos que pagar las actuales y futuras generaciones. No hay presupuesto que le alcance. Dinero que llega a sus manos, lo esfuma. Acabó con los ahorros que le dejaron los neoliberales, más de 300 mil millones de pesos. También consumió el dinero de los fideicomisos que extinguió, caso 70 mil millones de pesos. Abrió un boquete de deuda por la destrucción de la obra del aeropuerto de Texcoco, dijo el entonces Secretario de Hacienda, Doctor Carlos Urzúa, que ascendió a 300 mil millones de pesos.
Las obras de “relumbrón” del gobierno morenista incrementan su costo como la espuma y no funcionan. El AIFA dobló su costo y nadie lo quiere usar, salvo por la fuerza o la amenaza. Es subsidiado, no produce ganancia alguna. La Obra de la refinería también ha superado el doble de lo presupuestado, que eran 8 mil millones de dólares y no refina a pesar de sus dos inauguraciones. La obra del Tren Maya, lo mismo, aumenta y aumenta el costo de la obra y no puede ser terminado, además de destruir la selva del sureste de México, un ecocidio mundial que ha sido severamente criticado; otra obra dos veces inaugurados pequeños tramos. La obra del tren transístmico está peor; incluso tuvo que quitarle a Germán Larrea, las concesiones de las vías para hacer que transiten trenes de pasajeros y nada, la obra menos publicitada y no avanza. Pésima administración pública.
Frente a las desgracias por los fenómenos de la naturaleza, AMLO ha sido extremadamente irresponsable. Citemos dos casos; la inundación que provocó en el Estado de Tabasco, afectando a miles de familias, las más pobres de aquella zona. Y lo acontecido por el huracán Otis, no dio aviso oportuno de la llegada del destructor huracán, tuvo todo el tempo para hacerlo y nada; ninguna de las dependencias federales hizo anda; protección civil desapareció; el Ejército y la Marina, descansando. Después de la destrucción, López Obrador, apenas atinó enviar un “twitt”, eso fue todo. Y la gobernadora de Guerrero, del mismo partido, por cierto, también se perdió. Son una nulidad para gobernar.
El colmo. AMLO quiso centralizar la ayuda a los damnificados y no pudo; cerró carreteras para que nada llegara de la sociedad civil y a todos quienes se atrevieron a cercarse para brindar ayuda, les fue confiscada la ayuda humanitaria para que el gobierno la diera. A capitalizar la desgracia. No tuvo más remedio, ante la incapacidad del gobierno, que abrir nuevamente las puertas para que la solidaria social organizada llevara ayuda y muchos en lo personal hacen lo propio; la sociedad rebasó al gobierno en materia de protección y solidaridad. Un gobierno, con 5 años de “experiencia” fracasó nuevamente.
Por todo ello y mucho más, ¡Urge un presidente o presidenta que gobierne bien!; que no critique, que no divida a la sociedad, que no destruya las instituciones, que deje de perjudicar al pueblo, que no se queje del pasado, que termine con la inseguridad pública y jurídica y se ponga a trabajar. Falta un largo año para que “muera” el pésimo gobierno de la “desesperanza”. Un gobierno no se corrupto, incapaz e ineficiente como el de Andrés López Obrador.