Las encerronas
En el gobierno – y más en el cargo de gobernador – se debe dar tiempo para todo; para promocionar al estado, para inaugurar las […]
En el gobierno – y más en el cargo de gobernador – se debe dar tiempo para todo; para promocionar al estado, para inaugurar las pocas o muchas obras que se hayan realizado, para escuchar y no solo oír, las que el pueblo reclama, más el de las zonas necesitadas
o desprotegidas a las que la sombra de la Revolución no ha cobijado y ni siquiera pasado por ahí.
“Sabía virtud de conocer el tiempo” se oye en la melodía que se le atribuye al periodista y músico Renato Leduc, compuesta a mediados del siglo pasado.
Todo esto viene al caso porque, a su regreso de su viaje por Europa, el gobernador Mauricio Kuri está atendiendo lo más urgente – y que es todo-. Entrega obras, visita municipios, acompaña a la inauguración de alguna empresa…bueno, todo o casi todo es atendido
por el Ejecutivo queretano.
Sin embargo, en ese trajín de actividades, se ha dado el tiempo para cuidar el buen caminar de la política interior. Y me refiero a las encerronas que ha realizado con distintos grupos.
Mencionaré solo dos.
En la semana que está por terminar, trascendió una reunión que tuvo con los dos senadores virtuales por Querétaro, Lupita Murguía y Agustín Dorantes. Ahí también, el licenciado Alfredo Botello, senador en funciones.
No se hace necesario tener mucha imaginación para pensar en la parte medular de esa su platica…los pendientes que deja Alfredo y a los cuales hay que darles seguimiento, los que vienen de su partido Acción Nacional – porque allá viene “la madre de todas las
batallas parlamentarias” – y con mayor razón trabajar en el Congreso de la Unión por lo que interesa para Querétaro.
Pero no fue esta la única, porque también se reunión con los alcaldes salientes y los nuevos alcaldes de su partido que tomarán cargo como presidentes Municipales.
Ahí estuvieron los que serán alcaldes en los municipios de Querétaro, Felifer Macías; el de Huimilpan, Jairo Morales; el de Corregidora, el Chepe Guerrero y el del municipio de El Marqués, Rodrigo Monsalvo y los presidentes de esos municipios que están en funciones:
Luis Nava por el municipio de Querétaro; Roberto Sosa por Corregidora y Enrique Vega Carriles por el municipio de El Marqués, aun cuando ya haya solicitado licencia.
Pero ¿Qué creen?
No asistió – o no lo invitaron – el alcalde del municipio de Pedro Escobedo, el “ausente” Amarildo Bárcenas.
Y no porque se haya ido de vacaciones, porque ni siquiera asiste en la presidencia de su municipio, sino por el “tiradero” que está dejando en la administración pública municipal. No recibe a nadie, no se deja ver ni siquiera en el pueblo y, en una palabra,
se ha desaparecido y tirado el arpa de la responsabilidad que tiene.
El señor alcalde – y eso se ha visto – no atiende las quemantes situaciones de inseguridad de su municipio. Y lo digo por los últimos acontecimientos de apenas la semana pasada.
Los problemas de inseguridad – tan galopante como está – son problemas no solo del gobierno federal, estatal o municipal, sino que son problemas también de todos nosotros. Y se resolverán en la medida en que los ciudadanos participemos.
Entonces, que no nos aventemos la pelotita los unos a los otros.
Es cierto, los gobiernos establecidos tienen el deber de brindarnos protección, pero nosotros como ciudadanos debemos hacer de la denuncia una cultura; de tener un corazón para guardar con ello la seguridad, la esperanza de que Querétaro no se pierda en su
violencia, como está sucediendo aquí cerca, en Michoacán o en Guanajuato.
Ese si es el sentido del deber, no ausentarse del edificio de la Presidencia Municipal como lo hace este señor Amarildo o desaparecer de las calles de su pueblo.
Eso es tener la pequeña mente de un avestruz, que cree qué ocultando su cabeza en la tierra, ya nadie la ve.
Y, definitivamente, eso es traicionar el cargo que le dieron los ciudadanos de ese municipio de Pedro Escobedo.
Y a lo mejor, por eso ahí no ganó el PAN.
Andrés González
Periodista de toda la vida, egresado de la escuela Carlos Septién García, catedrático en la Universidad de Guanajuato, analista político en radio y prensa escrita, además de Premio Estatal de Periodismo en el 2000.