La peligrosidad de los delincuentes como AMLO

Los violentos taques a la libertad de prensa, encabezados por el presidente López Obrador, son tan peligrosos como la artillería armada que emplea la delincuencia en contra de la población.

Otra periodista que dejó de colaborar con una de las empresas más conocidas en México. Llamó la atención de AMLO la salida de Azucena Uresti, quien se dedicó a fustigarla desde la tribuna presidencial. Todo porque Azucena, en el momento de su despedida, expresó al aire libre en su último programa televisivo que se iba de la empresa Milenio dadas las circunstancias que prevalecían actualmente. No abundó más.

López Obrador se sintió aludido, aunque en ningún momento Uresti comentó su nombre, ni refirió a las presiones de su gobierno ¿Por qué entonces AMLO utilizó la mañanera para atacar a la periodista? Públicamente, le pidió, le exigió que explicara lo de las circunstancias actuales ¿Por qué la periodista tenía que explicarle al presidente López?

Dada la salida de Azucena, en las redes sociales reaccionaron molestos miles de mexicanas y mexicanas, lo que llevó a ser noticia de “trending topic”; la tendencia inundó las redes sociales de Facebook, X (Twitter) e Instagram, entre otras.

Las críticas de los “cibernautas” iban en el mismo sentido, en comentarios hacia los deliberados ataques del presidente López Obrador en contra de la prensa y periodistas libres; algunos recordaron el sin fin de nombres de aquellos periodistas que fueron “despedidos o corridos” de distintos medios de comunicación por ser críticos.

Las huestes de AMLO, comandadas por Jesús Ramírez Cuevas, de inmediato se incorporaron al debate en una pretendida defensa del presidente. La tendencia en redes sociales pronto rebasó, por mucho, varios millones de participantes. El ejército de “bots” (granjas) del gobierno federal no pudo con la avalancha en defensa de la periodista y en contra de los permanentes abusos del primer mandatario; carecen de cerebro y, por tanto, de argumentos para debatir.

En distintos países como Estados Unidos, Francia, Inglaterra, entre otros, se ha comentado los reiterados abusos que comete AMLO y su gobierno en contra de la libertad de expresión y del libre ejercicio de la prensa. Siempre (ambos derechos humanos), en constante acoso por parte del gobierno.

AMLO no tolera las voces críticas, así que utiliza todo el poder del Estado para combatirlas, reprimirlas. A los periodistas críticos los vitupera, los calumnia, los desprestigia, al igual que a ciertos medios de comunicación ¿Las razones? Simplemente por criticar sus abusos y corruptelas. Quiere una prensa uniformada, acrítica, sumisa y obediente, literalmente: “castrada”.

En 5 largos años de artillería gubernamental, han logrado acallar un sin número de voces; sea por haber acabado con sus vidas, sea porque las empresas periodísticas son presionadas para que despidan a las y los periodistas que no se quedan callados, simplemente por ejercer con libertad de su profesión.

Los jugosos contratos de publicidad o acosando a los dueños, AMLO logra sus objetivos: acallar algunas voces. Los más, simplemente bajan el tono para no correr la misma suerte. O, si bien ciertos periodistas colaboran en más de alguna empresa, tiene que moderar sus comentarios en algunas y en otras pueden escribir, solo eso, escribir “más fuerte”. La radio no está tan controlada, como los medios televisivos, sin embargo, también llegan a ella los tentáculos del tiranismo del presidente.

A 5 años de distancia, el presidente Andrés López, le es imposible ocultar sus abusos, sus corrupciones, sus arbitrariedades, sus atropellos.

Las “benditas redes sociales” apoyan en el ejercicio de la libertad de expresión, aunque no faltan los abusos en la desinformación; muchas voces son acalladas, otras no. Lo cierto que, por medio de ellas, se sabe del lodazal, de la porquería que es el gobierno de la transformación, ese que quiere continuar para destruir al país.

Conclusión. AMLO no puede detener la ola informativa ciudadana que hace el contrapeso a la prensa y periodistas controlados y a sus mentiras.

Es más, esa prensa sumisa se apoya de la información de las redes sociales para su información; claro, solo aquella que sí pueden difundir.

La política de represión en contra de las libertades de expresión y de prensa, considerados derechos humanos, es tan peligrosa como la violencia ejercida por la delincuencia organizada para lograr el control de sus objetivos, bajo el contubernio del mismo gobierno. AMLO No podrá acallar las voces críticas.

Al final, la periodista Azucena Uresti, salió fortalecida frente a la andanada de los golpes lanzados desde el arbitrario y desbordado poder gubernamental.

La lucha es y debe ser constante en defensa de esos y otros derechos que pretende eliminar el presidente Andrés López Obrador.

¡México en peligro de sucumbir frente a esos dos grupos delincuenciales! Las balas y la miseria de querer acallar voces y prensa crítica, son igual de peligrosas.