La importancia de la integridad en la educación

La época actual nos reta como profesores y abogados desde diferentes perspectivas, pero una de las más importantes, sin duda, es la ética. Los avances tecnológicos de las últimas décadas y particularmente la irrupción de la Inteligencia Artificial en el salón de clases, nos lleva a pensar en mecanismos que nos permitan integrar estas ventajas en el quehacer educativo sin menoscabo de la calidad y con cuidado en el aspecto ético en la formación del alumno.

En efecto, la dimensión ética de la educación recae no solo sobre los profesores y el personal educativo, sino también y de manera muy destacada en el estudiante. Debemos insistir en reforzar los parámetros éticos de nuestros alumnos, trátese de la carrera de que se trate, a fin de poder garantizar los derechos de quienes el día de mañana se verán impactados por su trabajo fuera de las aulas, en ese sentido los profesores somos garantes de la sociedad en general.

Es nuestra obligación orientar a los alumnos en cuanto a la importancia de una conducta íntegra, la cual se refleje en el respeto a unos valores primarios que, de ser cumplidos, garantizan resultados exitosos para todos.

Comento con mis alumnos en clase frecuentemente que una conducta íntegra sin compromisos conduce a la tranquilidad personal y al prestigio profesional, la primera te lleva a la salud y el segundo al reconocimiento económico, creo que esos resultados son incontestables, incluso desde un punto de vista pragmático, en responder a la pregunta de porque debemos ser íntegros siempre y en todo lugar.