La economía del capitalismo desde la perspectiva de género
Después de la crisis económica del 2008 y la recesión que estamos enfrentando actualmente, vale la pena recapitular los puntos de vista teóricos que ofrecen grandes mujeres economistas contemporáneas respecto a las perversiones del capitalismo.
Desde los orígenes del capitalismo se tiene el concepto de que este sistema permite la creación de valor. Sin embargo, después de la crisis económica del 2008 y la recesión que estamos enfrentando actualmente, vale la pena recapitular los puntos de vista teóricos que ofrecen grandes mujeres economistas contemporáneas respecto a las perversiones del capitalismo.
Me gustaría iniciar con Elinor Ostrom, quien tristemente apenas en el 2009 fue la primera mujer en recibir un premio Nobel en Economía. Elinor encuentra particularmente limitante, dentro de las ciencias económicas, que todo proceso de generación de valor se identifique como que deba ser administrado de manera privada por empresas, o bien por departamento gubernamentales.
Esta visión limitante que se refiere a la Teoría de juegos que dentro de la economía proporcionaba una idea acartonada sobre la administración de bienes y la generación de valor; y la razón por la que Elinor logra obtener el permio Nobel fue que ella identifica, claramente, un espacio de administración que “no es de gobierno ni es de empresa” sino una gestión desde abajo, una gestión comunitaria que sí funciona en temas de generación de valor.
En pocas palabras, Elinor resalta que la creación de valor, dentro de la economía, también puede ser gestionada desde lo colectivo y lo social. Su investigación y comprobación de este hecho la lleva a validarlo en Asia, África, y América, en donde las comunidades gestionan bienes comunes como agua, espacios de agricultura y generación de energía, entre otros. Dejando en evidencia, bajo sus ocho fundamentos referidos en sus obras, que el valor también se genera desde lo común y no necesariamente desde lo privado o lo gubernamental.
Seguida por la renombrada economista Naomi Klein, una rara combinación de economista-activista defensora del medio ambiente, quien nos presenta obras que cuestionan y resaltan las actividades tras bambalinas del capitalismo desde un contexto histórico puntual. Klein cuestiona las formas de creación de valor por parte del sector empresarial-industrial. En su reconocido libro “No logo”, publicado en el 2000, identifica acciones de ética cuestionable para “diseñar” productos, ¿de valor?, para consumidores de edades de 0 a 5 años. De esta forma comparando y cuestionando la demanda real humana versus la creación de necesidades innecesarias y objetivarlas como demanda.
Años más adelante, Michael Porter, creador del concepto de la Cadena de Valor, en el 2011 junto con Kramer publican una famosa pieza para la revista académica de amplia publicación, Harvard Business Review, en la que se refieren a la Creación de Valor como una parte fundamental para la sobrevivencia del sistema capitalista.
Aquí Porter y Kramer regresan a los fundamentos de necesidades humanas fundamentales aún no cubiertas de alguna forma, pero sin ser específicos, separando las necesidades innecesarias que el sector empresarial continúa generando y que finalmente tienden a contribuir a la contaminación.
Los autores reconocen cómo el capitalismo ya se presentaba en ese año con una connotación social negativa, y al mismo tiempo indican que aún hay muchas áreas de oportunidad para la creación de valor, y cabe reconocer que, en efecto, las hay, ya que sigue habiendo oportunidad de generación de valor a partir de necesidades reales. Sin embargo, nuevamente limitan el concepto de Creación de Valor al sistema capitalista del estatus quo del momento.
Dentro de sus conceptos Porter cuestiona: ¿por qué es que el capitalismo estaría en contra de la sociedad? En el contexto de que la sociedad es la misma que consume o “demanda” el valor generado. Sin embargo, Naomi logra identificar la respuesta a la posible pregunta que hace Michael Porter; y se resume a quién crea valor a partir de recursos que originalmente no le pertenecían.
Un ejemplo claro de esto pudieran ser los inicios colonizadores, y, posteriormente -ampliamente referido en el libro de Naomi publicado en el 2007-, los eventos catastróficos internacionales que son utilizados por actores poderosos para, en efecto crear valor, pero acosta del oportunismo y diseño de estratégicos políticos cubiertos por cortinas de humo.
Naomi investiga hechos históricos que repiten que las situaciones de emergencia mundiales dejan a los países frágiles, y estos momentos son fundamentales para que actores oportunistas ofrezcan ayuda, y debido a la emergencia, a la desorientación y el estado de shock, es mucho más fácil que la población y los mismos gobiernos sean empujados a tomar la única opción de apoyo que se les presenta, sin haber leído las letras pequeñas o medir las futuras consecuencias para la población de sus países.
Finalmente, y no menos importante, Mariana Mazzucato, al menos como una autora más reciente en mi lista de lectura, ofrece un cuestionamiento fundamental que ayuda a guiar el argumento de la Creación de Valor en el actual sistema capitalista.
Justamente en un artículo que escribe para el Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) le da al clavo en cuanto al concepto status quo de creación de valor, con el título “¿La mayor debilidad del capitalismo? Es que confunde el precio con el valor” (publicado el 24 mayo del 2018).
En este refiere que la creación de valor se ha venido a degradar en cuanto se considera que algo que tiene precio, automáticamente tiene valor, debido a que alguien desea pagarlo. Y entonces, es cuando comenzamos a redefinir, qué es lo que en realidad tiene valor.
Precisamente Mariana escribe: “hoy muchas grandes corporaciones son culpables de confundir la creación de valor con la extracción de valor.” Contextualizando la cita anterior a los procesos industriales internacionales, espero se les puedan venir a la cabeza cientos de estos ejemplos, uno de ellos podría ser el escándalo laboral de Foxconn.
Mariana explica que si no podemos diferencia la creación de valor con la extracción de valor, o, peor aún, de la destrucción de valor, entonces no sabremos quién realmente merece ser retribuido o bien pareciera saber que no identificamos las consecuencias de las acciones. La temática se complica aún más, estos temas no solo recaen en la definición correcta de qué es crear valor, sino también de cómo se administra este valor y de dónde se genera.
El mundo digital comparte los retos anteriores con las grandes industrias digitales, si bien, podemos citar al CEO de Google diciendo que los datos personales de la población están más seguros con una empresa que con un gobierno -y esto tristemente es una clara posibilidad- seguimos recayendo en que el valor debe ser administrado exclusivamente por el sector privado o por gobiernos, como cuestionaría Elinor.
Aprovecho el espacio para compartir las publicaciones de las tres grandes economistas anteriores para resaltar su trabajo y como referencia a estas visiones diferentes dentro de la economía como recomendaciones de lectura. Cabe mencionar que México es un país que lee poco y esto se puede cambiar.
Sobre la economista Elenor Ostrom su trabajo más relevante sería “Gobernanza de los comunes: La evolución de las instituciones para la acción colectiva” (1990) y recomendado “Entendiendo la diversidad institucional” (2005). Naomi Klein, si bien cuenta con obras famosísimas, es de no perderse “La doctrina del Shock” (2007) y un poderoso “No logo” del 2000. Finalmente, Mariana Mazzucato se recomienda “Misión economía: Una guía para cambiar el capitalismo” y el clásico fundamental “El valor de las cosas. Quién produce y quién gana en la economía global” (2018). Cabe mencionar que todas las economistas anteriores han obtenido su educación en instituciones de países desarrollados: Elinor es canadiense, Naomi americana y Mazzucato americana-italiana, aún nos falta escuchar y resaltar el trabajo de economistas latinas u otras indígenas como el trabajo en biodiversidad de Vandana Shiva, o el de economías indígenas (Indigenomics) de Carol Anne Hilton.
Finalmente, resalto que usé los nombres de pila de las economistas en el titulo para justamente hacer referencia a su género, así como para puntualizar que el tema del primer apellido sigue siendo una herencia del patriarcado que debemos de comenzar a visibilizar.
Elsa Ontiveros
Profesora del Departamento de Relaciones Internacionales del Tec de Monterrey Campus Querétaro.
Twitter: @elsaontiveros