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La crisis del petróleo, una oportunidad para México

Por Eduardo Magaña - 06/01/2015

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

La crisis del petróleo de los años 70’s cambió al mundo. En pocos meses, el precio del barril pasó de tres a doce dólares. Los […]

 La crisis del petróleo, una oportunidad para México

La crisis del petróleo de los años 70’s cambió al mundo. En pocos meses, el precio del barril pasó de tres a doce dólares. Los países productores, casi todos de Medio Oriente y el Norte de Africa (comúnmente llamados MENA – Middle East Northern Africa), se convirtieron en nuevas potencias económicas, teniendo los países de occidente una suerte muy diferente. Las relaciones de poder entre los principales actores geopolíticos se vieron alteradas y se crearon nuevos vínculos. Ocurrieron también guerras y el mapa internacional con una nueva clase de nuevos megaricos, cambió el panorama del mundo.

La considerable e inesperada baja actual del precio del petróleo podría provocar cambios en el mundo igual que hace 40 años. Las repercusiones de la caída de precios no se han dejado esperar y van de un cambio de ánimo en países como Irán y Rusia, hasta una gran preocupación por los presupuestos y el bienestar y paz de pueblos como el de Venezuela y otros exportadores de petróleo que con el necesario recorte al gasto público – su mayor herramienta de popularidad, se acercan a un potencial y real caos social y político. El desastre financiero de Venezuela se dice que fue un factor importante en el histórico cambio en las relaciones entre Estados Unidos y Cuba anunciado por Barack Obama y Raúl Castro el pasado 17 de diciembre.

Otras consecuencias de la baja del precio del petróleo apenas han empezado a notarse. Según Goldman Sachs, inversiones de más de un billón de dólares ahora se están reconsiderando o se cancelaron. A corto plazo, los efectos pueden llevar a la desaparición repentina de un enorme flujo de capital e inversión y es ahí donde nos atañe como mexicanos la disminución de precios.  La gran esperanza de las reformas estructurales de nuestro Presidente esta basada en la Reforma Energética, y extraoficialmente, los inversionistas extranjeros del sector hablan de una venta de garaje de los activos de Pemex, no una real subasta como se esperaba.

Pero no todo son malas noticias; aunque en 2014, los precios del petróleo sufrieron la caída más grande desde la crisis financiera de 2008 y al cierre de los mercados a finales de 2014, el precio tanto para el crudo Brent de referencia internacional como el de Texas estadounidense cayó en más del 45 por ciento durante el año; es en momentos de crisis que se presentan las mayores oportunidades.  Ejecutivos de PetroSaudi – el brazo internacional de Saudi Aramco (una de las empresas petroleras más grandes del mundo), dicen que es mientras el petróleo está a la baja que la infraestructura se debe construir, es momento ideal de que Pemex mire a los inversionistas extranjeros y negocie las mejores condiciones para todos. México y Pemex necesitan infraestructura para explotar al máximo nuestro potencial petrolero sin arriesgar otras industrias o ecosistemas, es ahora, cuando el petróleo es barato, que la inversión en exploración y producción se puede y debe hacer, aprovechando nuestra reforma y logrando que México tenga a mediano plazo – aunque no a corto como querríamos – la derrama económica que el Presidente Peña Nieto, sus colaboradores y nuestros legisladores esperaban. Toda crisis es una oportunidad, ojalá la aprovechemos.

Eduardo Magaña

Especialista y consultor en asuntos internacionales, Presidente de la Cámara de Negocios Kazajstán-México y Delegado de KFA en el país. Con experiencia de vida en 21 países de América, Europa, África, Asia y Oceanía, lugares en que ha mantenido los más altos contactos. Ha sido también colaborador de publicaciones en Forbes, NYT y Foreign Affairs.


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