La Consciencia y la Empatía: El poder del cambio en nuestras manos

¿Es usted una persona que le gusta cuestionar las cosas? ¿Se pregunta en ocasiones por qué las cosas son así? Pero me gustaría poner en su mente un tercer cuestionamiento: ¿Ha intentado usted a veces y de forma decidida a cambiar algo que ya está instalado en nuestra sociedad y que se ha hecho de la misma forma por siglos?

Independientemente de lo que haya venido a su mente, permítame proponerle la reflexión de una más: la de la forma en que las empresas han operado desde su concepción como forma de quehacer económico, es decir, desde que el sistema capitalista apareció en escena.

Para no entrar en detalles técnicos o filosóficos, plantemos solamente la siguiente idea para nuestra reflexión: las empresas en un sistema capitalista generan utilidades, y por regla general, las utilidades deben ser las máximas posibles.

Pero aún así, la pregunta sería: ¿Es posible mejorar el sistema capitalista prevaleciente desde hace tanto tiempo? Existe una filosofía, con un número creciente de seguidores, que responden “sí se puede” a esta pregunta. Esta filosofía hoy en día se le puede conocer como “Capitalismo Consciente”. Esta filosofía se relaciona con maximizar la capacidad para compartir el valor creado por la actividad económica, lo cual para fortuna de la humanidad, ya varias empresas y organizaciones han adoptado como una alta prioridad a su interior.

El valor compartido, se combina con la consciencia en los negocios cuando la visión empresarial recoge a muchos más actores y partes interesadas en su quehacer, y les da una importancia por igual o superior a la de generar utilidades. Los negocios conscientes comienzan por cuestionarse la forma en cómo maximizar beneficios a todas sus partes interesadas, lo cual puede ir desde la comunidad en la que operan y su relación con la naturaleza, hasta el colaborador recién llegado.

¿Pero qué se necesita para lograrlo? No hay recetas mágicas para cambiar lo que por siglos se ha instalado entre nosotros, sin embargo, hay al menos 4 ingredientes esenciales para hacerlo: 1) un liderazgo con consciencia, 2) tener un propósito superior bien definido, 3) fomentar una cultura empresarial consciente, y 4) una amplia lista de beneficiarios con quienes las empresas no solo identifiquen como sus grupos de interés, sino que realmente empaticen con ellos. Todo esto en conjunto, puede ser el comienzo para que las organizaciones cambien realidades actuales, y nos brinden poco a poco, un capitalismo verdaderamente consciente del cual todos los seres humanos nos apoyemos para desarrollar a través de la vida un florecimiento que nos permita cumplir nuestros sueños.

Dr. Dante Benito Castro, Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey campus Querétaro