Huimilpan, ¿Escenografía teatral, culto personal desmedido o desbordada pasión por servir?

Es el evento, montado a un costado del Jardín Principal, de los “Cien días de Gobierno”.

Don Juan Guzmán Cabrera, hoy alcalde de Huimilpan, es un personaje que siempre dará de que hablar.
Es el evento, montado a un costado del Jardín Principal, de los “Cien días de Gobierno”.
Empresario metido a político, los que estuvimos ahí el viernes por la tarde, vimos y oímos algo que se salió de lo normal.
Y en el mundo, en el país, esto de los “Cien días de Gobierno” no es nada nuevo. Lo hizo Andrés Manuel López Obrador en marzo del 2019; lo realizó hace poco Biden en el vecino país del norte, lo han realizado gobernadores de los estados. Aquí lo mencionó el gobernador Mauricio Kuri…o lo citan algunos alcaldes. Sin embargo, en Huimilpan y en el estado de Querétaro, es el primer servidor público que monta un evento ex profeso.
El término de los “Cien Días” es de origen francés y se le conoce así al periodo de cuando Napoleón regreso del exilio en Elba.
Y de ahí para adelante se ha traído a colación, en forma más que frecuente.
Y es que “Cien días de Gobierno” son pocos como para hacer todo, pero también son muchos como para no hacer nada.
El evento de Huimilpan fue cuidado a detalle, casi en todo.
Se montó una espectacular escenografía, cobijada por un blanco enlonado de unos 50 metros de largo por 20 de ancho, que ocupó toda la calle oriente del Jardín Principal.
Ahí se cubrió a cabalidad el protocolo de sanidad. Un grupo de unas cuatro edecanes, colocadas en el único acceso oficial, revisaron uno a uno el nombre de los cerca de 250 invitados. Se les toma temperatura y se les ofrece gel sanitario.
Las sillas son espaciadas a lo largo y a lo ancho del abierto recinto. Al fondo, dos enormes pantallas de video daban cuenta de la imagen del alcalde. A sus espaldas, en la mampara del escenario, se podía leer la frase “100 días de Gobierno”, Huimilpan 2021- 2024, para completar con la frase “Juntos hacemos más”.
Todo se cuidó, desde el recorrido que a pie cubrió el propio alcalde del edificio de la presidencia municipal, acompañado de todos los miembros del Ayuntamiento – los nueve regidores y síndicos que forman el gobierno municipal – pero también por su equipo de trabajo.
Así arribaron juntos, en abierta y pública marcha al Jardín Principal ubicado a unos doscientos metros de la alcaldía. Don Juan era acompañado por doña Gina Guzmán Álvarez, presidenta del patronato del sistema DIF municipal. Detrás pero cercano siempre al alcalde, el licenciado Sócrates Valdés, secretario del Ayuntamiento. Como maestra de ceremonias de lujo, la licenciada Penélope Ramírez, de limpio decir y de oficio reconocido en la política. Fue candidata a gobernadora en este reciente proceso político.
El discurso del alcalde fue una apretada síntesis de realizaciones y de empeños por venir. “Juntos hacemos más”, el lema.
Y se redescubre como un político con pública pasión por su tierra, Huimilpan pero también como un personaje con evidentes cualidades histriónicas. La mezcla de esta dualidad no lo dejó para nada, al menos en este evento.
“Antes que nada – abría su discurso – quisiera darle gracias a Dios por este momento”.
Frases de precisión y compromisos públicos y abiertos se mezclan. “Por Huimilpan, nada nos detendrá”…”yo no encuentro formas, palabras para decir no, pero si para decir que sí, porque todo se puede…”
Con los invitados especiales – Roberto Sosa, alcalde de Corregidora, una diputada federal, tres diputados locales, empresarios del lugar – estuvo y así lo mencionó, el pueblo, formado por artesanos, taxistas, ganaderos, introductores de ganado, campesinos, comerciantes y amas de casa. Ahí los delegados municipales – electos todos por la vía de la democracia – y comisariados ejidales.
Y le pone sello a su quehacer en la responsabilidad de Presidente Municipal: “Honestidad y compromiso”, bajo un esquema de ahorro y de austeridad, parejo para todo el gobierno municipal. Se cancelaron todos los pagos de celulares, las plazas de choferes para secretarios y directores todos. “Ni yo traigo chofer”.
Y asegura que “hemos dejado atrás los lujos innecesarios y ostentosos, que tanto ofenden a nuestra gente…esa es la diferencia de mi administración. La honestidad ha llegado para quedarse en Huimilpan”.
Hiperactivo como ha sido toda su vida, lo es también en la política. “La mejor política se hace en la banqueta” sostiene, para puntualizar obras concretas en terracería – más de 50 kilómetros – en urbanización de calles, colocación de luminarias o bien, el rescate de la Unidad de Rehabilitación en materia de salud, sin descuidar festivales como el de Santa Cecilia, la de Todos Santos, la Fiesta del Migrante pero igualmente llevando obras de teatro o pastorelas a varias comunidades. O bien, la entrega de juguetes a los niños el Día de Reyes.
“El gobierno municipal, el de Juan Guzmán, no representa colores ni tintes políticos”, dijo.
A menudo y durante su discurso, abre espacios para respirar, para recibir los aplausos, para escuchar las porras de un grupo de jovencitas que exprofeso así lo habían ensayado. También eso se notó.
Uno más y muy visible. Al final, a todos los asistentes se les invitó a levantar en alto su puño derecho, que es la señal de la victoria y la unidad.
El evento tuvo una duración total de 33 minutos, el discurso en sí apenas si alcanzó los 24.
¿Evento este de Huimilpan y del alcalde Juan Guzmán, fue montado con sumo cuidado o solo como escenografía teatral? ¿O bien para hacer lucir a un político con pasión auténtica de servicio?
A todo esto, solo el tiempo – y el pueblo de Huimilpan – tienen la respuesta.
Lo cierto es que el alcalde Juan Guzmán Cabrera, por su decir, pero también por su hacer, comienza a llamar la atención.
Andrés González
Periodista de toda la vida, egresado de la escuela Carlos Septién García, catedrático en la Universidad de Guanajuato, analista político en radio y prensa escrita, además de Premio Estatal de Periodismo en el 2000.