El partido en el gobierno pierde las elecciones…

El pasado fin de semana, el partido de gobierno perdió de manera abrumadora las elecciones.  El partido del Presidente, ganó las elecciones legislativas, pero perdió su mayoría.  Los dos principales rivales del partido oficial, el Partido de Acción Nacional y el Partido del Pueblo, consiguieron respectivamente un 25,2% y un 16,5% de los diputados… es decir, el Partido Republicano del Pueblo (CHP) y el Partido de Acción Nacional (MHP).

No nos confundamos, escribo de Turquía, donde el partido del Presidente Recep Tayyip Erdogan ganó pero perdió las elecciones.

El partido de Erdogan ganó las elecciones legislativas en Turquía, pero perdió su mayoría absoluta de 276 escaños en el Parlamento; mayoría que tenía desde el 2002.

El Partido de Justicia y del Desarrollo (AKP) obtuvo 259 diputados de un total de 550, mientras que el partido kurdo HDP (Partido Democrático del Pueblo) logró 78 escaños, superando así el umbral que nunca había logrado del 10%, lo que le permitió entrar por primera vez al Parlamento. Estos resultados echan por tierra el proyecto de Erdogan para reformar la Constitución y  reforzar así su poder de Presidente.

Después de 11 años como primer ministro, Erdogan que fue elegido jefe de Estado en agosto pasado, buscaba una mayoría de dos tercios o 367 congresistas para convertir así al país en una república presidencialista y reforzar sus poderes, lo cual no le gustaba a  muchos analistas internacionales y miembros seculares de la sociedad turca. Si sólo obtenía 330 diputados, podía someterla a referéndum y así, con este resultado, sus ambiciones fueron frustradas. Recep Tayyip Erdoğan es el Presidente de Turquía desde el 28 de agosto de 2014. Fue primer ministro de marzo de 2003, hasta agosto del año pasado – 2014.

La mayor pesadilla del presidente de Turquía se hizo realidad cuando miles de kurdos, tras votar en masa, tomaron las calles de la ciudad kurda de Diyarbakir para celebrar la entrada en el parlamento del Partido Democrático de los Pueblos (HDP).

Una combinación de izquierdistas kurdos y turcos, feministas aliados con ecologistas y minorías religiosas, contribuyeron también el domingo al mayor descalabro que en 12 años ha sufrido el islamismo turco. Solamente en cuatro años desde las últimas generales, el AKP ha perdido más de 65 diputados.

Erdogan ahora para gobernar está obligado a negociar con las agrupaciones políticas y sociales que atacó desafortunadamente con saña durante la pasada campaña electoral. Se muere el sueño del presidente Erdogan de instaurar una presidencia ejecutiva. Turquía es una democracia parlamentaria y la constitución turca actual que fue adoptada el 7 de noviembre de 1982 dispone que es laica y democrática.

La constitución, adoptada después de un período de gobierno militar,  está firmemente basada en los principios del laicismo kemalista, doctrina instaurada por Mustafa Kemal Atatürk Kemal, un célebre estadista turco, que fue el fundador y primer presidente de la República de Turquía – la Turquía que conocemos. Atatürk estaba convencido que el secularismo y la “europeización” de Turquía eran los medios más aptos para transformar su país en una nación industrial moderna.

En la Turquía moderna, el poder ejecutivo reside en un presidente. Turquía elige a nivel nacional a un jefe de Estado -el presidente- y una legislatura.

La Gran Asamblea Nacional de Turquía (su Congreso) tiene 550 miembros y Turquía tiene un sistema multipartidista, con varios partidos mayoritarios, sistema que por el momento prevalecerá.

México y Turquía establecieron relaciones diplomáticas el 12 de julio de 1928 tras la entrada en vigor del Tratado de Amistad firmado en Roma el 25 de mayo de 1927, según el sitio de nuestra Secretaría de Relaciones Exteriores.

En 2014 el intercambio entre ambos países sumó alrededor de $900 millones de dólares. La inversión turca es la tercera fuente de inversión extranjera directa para México entre los países de Europa.

La mayor parte de las inversiones turcas se ubican en Guanajuato, Estado de México, Quintana Roo, Nayarit y Nuevo León, y nuestra Embajadora de México ante Turquía, Georgia y Kazajstán, quien fuera mi profesora en la Universidad Iberoamericana, es Martha Bárcena Coqui.