¡Con piso disparejo terminaron las campañas!

Llegamos al final de las campañas y, como suelen llamarlo algunos políticos, con piso sumamente disparejo.

AMLO provocó toda clase de problemas para empoderar a su candidata, utilizó todos los medios para conseguir lo que no pudo, detener la ola ciudadana en favor de la aspirante de la oposición. Este día de elección los “cartones” lucen muy parejos, incluso con incertidumbre.

La zozobra total sobre la reacción que tendrá López por la tarde, cuando las tendencias empiecen a darse a conocer, que no serán las definitivas ¿Se quedará callado y esperará las primeras tendencias que dé el INE? O ¿Terminará enlodando los resultados si las tendencias no le favorecen?

Imprevisible lo que suceda con el boquiflojo, arbitrario y abusivo del presidente de la República.

Seguramente quien pierda la elección de las 2 candidatas impugnará la elección. Lo mismo con muchos de los candidatos al Senado y a la Cámara de Diputados. Las presiones por ganar son tremendas.

En un peligroso hilo si se pierde la democracia y prospera el autoritarismo, pérdida de libertades y derechos. Una enorme mayoría de mexicanas y mexicanos ni idea sobre ello, aunque las señales estén dadas.

Verdaderamente trágico y sumamente peligroso si se repiten 6 años más de mentiras y caos en la gobernanza del país. No imaginan lo que nos espera.

Es necesario un viraje que corrija el rumbo de las tragedias. La oportunidad se dio y fallaron los que prometieron otro cambio; y sí, seguramente se dio ese cambio, pero fue para empeorar las cosas y no para mejorar como se prometió. Se privilegió la mentira y el engaño.

Al final, si las elecciones son limpias, transparentes, equitativas, objetivas y el “piso es parejo”; además, si se cuentan bien los votos, el resultado de las elecciones deberá respetarse. Todo lo contrario será si no se respeta la voluntad ciudadana y, con tal de no perder el poder, se ensucian los resultados para generar más problemas de los acostumbrados, culpando a terceros de ello. Con un mega apagón de energía eléctrica sería suficiente para sumir en el caos el resultado de las elecciones, Manuel Bartlet bien lo sabe.

Las poco más de 332 plantas de energía eléctrica que contrató el INE para ese imprevisto, no contempla el escrutinio y cómputo que se realice en las más de 170 mil casillas electorales. Terminan sin luz de día.

Desde las elecciones de 1988 no había tal incertidumbre en el resultado de los cómputos de las boletas. 312 millones de boletas para las elecciones federales, dijo el INE, más otro tanto para las elecciones locales. Habrá que escrutar y contar esos millones de boletas, considerando aquellas que se inutilicen por el abstencionismo acostumbrado. Aun así, se deben contar las inutilizadas.

98 millones, 329 mil, 591 boletas deberán contar los miembros de las mesas directivas de casillas, sumado otro tanto de las boletas locales y municipales. Inconmensurable labor de las y los ciudadanos en las mesas directivas ¿AMLO dudará del trabajo de millones de mexicanas y mexicanos si llega a perder su elección? Por supuesto que sí, los tildaría, cuando menos, de traidores.

Ahí radica el peligro de un presidente que se niega a concluir su periodo sexenal de gobierno pretendiendo extender su mandato por medio de su candidata. Todo un sexenio programando el fraude electoral, generando el “piso disparejo” para conseguir, de suyo, un ilegal triunfo electoral.

Las y los ciudadanos inscritos en la Lista Nominal de Electores, tienen la obligación de ejercer el “último estirón” en este sucio proceso electoral, acudir mayoritariamente a las urnas para lograr el triunfo y cuidar al extremo los votos que deberán llegar en los paquetes electorales, junto con las actas, a cada uno de los 300 distritos electorales federales.

Luego vendrán los cómputos distritales el miércoles siguiente, para concluir con la calificación de la elección presidencial.

AMLO espera revivir sus congeladas iniciativas de ley si lograra ganar el Congreso de la Unión; en septiembre, con nuevas Cámaras, daría la estocada final a la democracia y cancelación de libertades. Todo indica que no lo conseguirá, pero, las trampas pueden venir desde “muy arriba”, debe impedirse a toda costa que ello suceda.

A unas horas de definir el destino de poco más de 126 millones de mexicanas y mexicanos.

México requiere de un buen futuro y todo indica que así será. Pero, hay que cuidar que llegue ese buen destino; no es gratuito, se gana con el esfuerzo de las y los buenos mexicanos.

Sin mentiras, sin odios, sin divisiones, sin ofensas, sin violencia para sacar a México del hoyanco en que lo han sumido durante los últimos años ¡Con un piso parejo para todas y todos! Es tiempo de recuperar nuestros valores.

Héctor Parra Rodríguez