Bits en la música
Los microchips ahora están en el centro de como la música se produce en el estudio y se reproduce en nuestros hogares
El cambio de los discos de vinilo a los CDs en la década de los 80s marcó un hito de como la música se produce en el estudio y se reproduce en nuestros hogares. Los microchips ahora están en el centro de esta ecuación y el sonido, en el dominio analógico, debe ser convertido a bits, 1s y 0s, para poder ser almacenado y transmitido, para posteriormente volver a convertirlo a una señal analógica que pueda ser reproducida en nuestros equipos de sonido en casa o portátiles.
Tal vez recordemos que nuestros padres o abuelos decían que sus discos de toda la vida sonaban mejor que nuestros recién adquiridos CDs, y en parte puede que tuvieran razón ya que los primeros convertidores digital a analógico, conocidos como DAC por el acrónimo en inglés, estaban en sus primeras etapas con lo cual algunos álbumes digitales no se asemejaban a sus contrapartes analógicas.
Si bien este fenómeno también puede achacarse a la mezcla y/o remasterización de estos relanzamientos de álbumes clásicos, los convertidores han evolucionado durante
estos 40 años desde el lanzamiento del disco compacto.
Pudiéramos pensar que es un problema resuelto en estos días, sin embargo, el abaratamiento de costos de producción utilizando componentes cada vez más económicos y dispositivos como nuestras laptops o teléfonos celulares donde sinnúmero de procesos están sucediendo al mismo tiempo en el sistema operativo, todos ellos utilizando el microprocesador hacen mella en la calidad de audio que recibimos al conectar un cable auxiliar para nuestros audífonos o nuestro automóvil.
Este problema tampoco se resuelve al utilizar Bluetooth, ya que es una conexión
inalámbrica con pérdida de calidad en el sonido, salvo versiones más recientes que
requieren que tanto como el emisor y el receptor tengan la tecnología más nueva para
evitar la pérdida de información. Adicionalmente, al llegar al dispositivo que reproducirá el audio, como puede ser una bocina o nuestros audífonos, dependerá de la calidad del DAC que tenga este por dentro.
Entonces, ¿cómo podemos garantizar una mejor calidad en nuestra música digital Primeramente, podemos comenzar con un servicio de streaming que ofrezca nuestros álbumes favoritos en alta resolución, término conocido como hi-res en inglés, ya que por practicidad el tener todos ellos en físico es casi imposible, además que los archivos en estas plataformas están como mínimo en calidad CD.
Posteriormente tendremos que adquirir un DAC externo, estos dispositivos rondan desde los $50 hasta los miles de dólares, por lo que tenemos un extenso catálogo de opciones que podemos conectar a nuestra computadora y/o teléfono de acuerdo con nuestro presupuesto. El resultado: mayor calidad en lo que escuchamos, así como poder percibir detalles que estaban en nuestra música y que al fin podremos distinguir.
Adrián Arreola Pérez
Director de programa – Ingeniería en Robótica y Sistemas Digitales