AMLO alienta el anarquismo y la violencia

La Columna que había preparado referíase a las 13 acciones que pretende implementar en forma inmediata el Presidente Enrique Peña y a la firma del […]

La Columna que había preparado referíase a las 13 acciones que pretende implementar en forma inmediata el Presidente Enrique Peña y a la firma del Pacto Nacional, sin embargo las canalladas del fin de semana no las puedo pasar por alto, AMLO alienta el desorden y provoca la violencia para después exigir “amnistía” para sus delincuentes y destitución de funcionarios públicos que no les reconoce autoridad.
Los daños en propiedad ajena cometidos el sábado pasado, así como a la propiedad pública, según ha trascendido, superan los mil millones de pesos. El pretexto de los agresores para cometer semejante vandalismo, seguidores de AMLO, que están en contra de la imposición de Enrique Peña Nieto y que no lo van a reconocer como Presidente de los Estados Unidos Mexicanos. No cabe duda que, la mayoría son azuzados por las huestes de Andrés Manuel López, que no quieren reconocer el triunfo de la mayoría de los mexicanos en las urnas el pasado primero de julio; otros seguramente que aprovechan el momento para incorporarse a los movimientos violentos sin pretexto alguno; otros pendencieros (dijeron algunos de los detenidos) lo hicieron a sueldo, les pagaron para promover la anarquía, la violencia durante la ceremonia de protesta del Presidente.
Para colmo y a fin de escudarse en el anonimato, por la tarde de ese mismo sábado uno de diciembre, en el Monumento a la Independencia, AMLO celebró su mitin en protesta por el arribo de Enrique Peña a la Presidencia, con la misma arenga de hace más de seis años: que no reconocerá al Presidente de la República. Y por tanto, si el señor promovente de la anarquía y la violencia no reconoce la autoridad surgida del un proceso electoral democrático, luego entonces para él es legítimo promover la violencia ante la supuesta e imaginaria falta de autoridades. La mala fe de López Obrador pulula y brota a borbotones, si para el no hay Presidente de la República, no reconoce la autoridad de Enrique Peña Nieto, entonces ¿Por qué pide renuncia de funcionarios que fueron nombrados por la persona a la cual él no le reconoce legitimidad?
El doble, torpe y maligno discurso de AMLO cae por su propio peso en mentiras, su mitomanía vuelve a relucir. Más contradictorio no se puede ser cuando él mismo tropieza en las trampas de su propio discurso: “No reconoceremos a Enrique Peña Nieto” ¡Ah! Pero sí pide la renuncia de los funcionarios públicos que nombró Enrique Peña Nieto ¿Entonces? Falacias en el contenido de su discurso. Lo mismo hace el ciego, fiel, y súbdito seguidor de López, Ricardo Monreal, cuando en plena tribuna del Congreso de la Unión, en representación de un partido al cual no pertenece (PT), declara y denuncia que las fuerzas públicas habían dado muerte a una persona en las afueras del Congreso de la Unión. Cierto es que en su calidad de diputado federal tiene el derecho de decir lo que le plazca en tribuna, pero en su calidad de (pseudo) representante popular (no fue electo y no representa a nadie) no le da ninguna autoridad para difundir mentiras que pretende convertir en verdades, vaya pues, de confundir a la Nación con su sucio discurso.
Es tiempo de actuar, siempre conforme a derecho, respetando las garantías individuales, sobre todo los derechos humanos, pero las autoridades deben poner orden y castigar a quien haya que castigar. A nadie le está permitido atentar en contra de las instituciones en agravio de la Nación Mexicana, en aras de la supuesta libertad de expresión que dista mucho de actos delictivo, de conductas eminentemente provocadoras que promueven la desestabilización del País ¡A esos incitadores y ejecutores de la violencia debe ponérseles tras las rejas, el ejemplo tiene que ser firme!
Aunque ya me imagino el “grito” que pegarán aquellos que se hacen llamar los anarquistas, argumentando la represión y libertad a presos políticos. “Pamplinas”. No debe confundirse actos políticos con actos delictivos, son verdaderamente distintos en su forma de manifestarse. Ya para que el mismo Marcelo Ebrard Causaubon se haya “espantado” ante la barbarie demostrada por estos grupos pro AMLO, asegurando que jamás le había tocado presenciar actos premeditados, orquestados, planeados para agredir a la Ciudad de México. Lo dijo el mismo Procurador del DF Jesús Rodríguez, fueron actos delincuenciales debidamente planeados, premeditados, pues los delincuentes traían “bombas molotob”, granadas, tanques de gas, tubos, palos, piedras, petardos. Por eso fueron detenidos y remitidos a la autoridad judicial más de cincuenta personas, habiendo dejado en libertad a una docena de menores de edad. Bueno hasta un extranjero andaba con la “bola de delincuentes rijosos” ¡No los dejaremos en libertad! Sentenció el Procurador.
Las autoridades responsables del orden, procuración de justicia y judiciales, no deben dejar pasar por alto semejantes atrocidades, tampoco dejarse intimidar por estos vándalos a sueldo. Es requisito fundamental restablecer el orden, ya lo dijo el Presidente Enrique Peña, que una de las prioridades de su gobierno el restablecer el orden y el tejido social. Sería imperdonable que el “mesiánico imponga su autoridad” a través del caos, el desorden, la anarquía ¡Es tiempo de restablecer el orden! Ya bastante tenemos los mexicanos con los otros delincuentes para, hora tener que soportar a estos “pillos” explotadores y vividores de la política ¡Los delincuentes: a la cárcel!