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A Contraluz

Por Juan Carlos Arreguín - 27/06/2022

Las ideas expresadas en las columnas, así como en otros artículos de opinión, no necesariamente corresponden a la línea editorial de Códice Informativo, y solo son responsabilidad del autor.

Fue en la década de los noventa cuando irrumpieron en la vida política Partidos Políticos emergentes, institutos que fueron creados por el sistema mexicano para […]

 A Contraluz

Fue en la década de los noventa cuando irrumpieron en la vida política Partidos Políticos emergentes, institutos que fueron creados por el sistema mexicano para favorecer los intereses de quien gobernaba, la “chiquillada” fueron llamados en aquellas fechas y hoy coexisten con los Partidos tradicionales en razón del andamiaje jurídico que les dio origen. Para muchos un mal necesario, para otros un jugoso negocio.

Para el partido oficialista de aquel entonces, el PRI, era evidente el desgaste que tenía con el electorado, las muestras endoscópicas avizoraban que su principal opositor crecía en la misma proporción que el hartazgo de la gente, pero también vislumbró que la mayoría de la oposición no comulgaba con las ideas de derecha que el PAN recogía en sus postulados. En la aritmética electoral, voto que perdía el Partido en el Gobierno, no encontraba otra opción que en Acción Nacional, y eso no debía seguir sucediendo. Los años sesenta y principios de los 70 generó un grupo que abanderó posturas de izquierda, y contrario al enfrentamiento de Presidencia de ese lustro esta vez se aprovechó y se le dieron condiciones para que formaran un Partido Político, el PRI ganaba doble: generaba condiciones de gobernabilidad y, creaba una tercera opción para que el ciudadano que ya no confiaba en el PRI no se fuera inercialmente a la derecha, sino que esos votos cayeran en las canastas del recién creado Partido, y al PAN mantenerlo en su longevo segundo lugar. Pero para ser autorizados éstos, hubo que reformar la ley, generar normas de carácter general, es decir, que pudieran ser usadas por cualquiera y así sucedió, algunos con el discurso de demócratas se refugiaron en la ley, formaron sus Partidos y gozaron de las prerrogativas que ello implica.

Según datos arrojados por el Instituto Nacional Electoral, a nivel federal son 25 los Partidos creados desde la década de los 90 que han participado en algún proceso comicial para posteriormente desaparecer, significándole al erario público un desembolso de más de 7 mil millones de pesos, que a decir de sus efímeros dirigentes se han gastado en contratación de personal, renta de oficinas y un sinnúmero de justificantes que créame en nada ha servido al país, pero si a los bolsillos de más de alguno.

A nivel local son 4 las organizaciones que buscarán colmar los requisitos que impone la Ley Electoral para el Estado de Querétaro y convertirse en Partido Político Local, poder postular en consecuencia candidatas y candidatos, lograr superar el umbral que impone la ley referida en número de votos ratificando su Registro, y con ello participar de la bolsa de recursos que el Presupuesto del Estado reparte entre los Partidos. Para lograrlo deberán haber celebrado al menos 12 asambleas municipales, y afiliar por lo menos al 0.26% de la ciudadanía inscrita el Padrón Electoral utilizado en el proceso comicial 2020-2021, que fue de 1,739,119 personas, cuyo operación resulta en que deberán al menos afiliar a 4,522 ciudadanos.

Las asambleas municipales deberán ser agendadas a más tardar en el mes de noviembre del año en curso y la asamblea estatal constitutiva tiene plazo fatídico de celebración el día 23 de diciembre de este 2022, por lo que desde ya, será usted testigo de como: Movimiento Laborista, Querétaro con Rumbo, Biodiversidad Querétaro y, Razón y Participación (Asociaciones que buscan ser Partido Político Local) recorrerán el Estado en busca de convencer afines, amén de que los verá en plazas públicas y centros comerciales ya que una de las innovaciones en este proceso es el uso de una aplicación móvil que permite in situ las afiliaciones de ciudadanos que así lo deseen, todo bajo la estricta supervisión del IEEQ.

Como en antaño quizá seamos testigos del surgimiento de nuevos Partidos Políticos que ayudarán a que muchas voces y expresiones encuentren cabida en otras latitudes que no sean la segunda opción electoral en el Estado y con ello abonar a que el PAN ratifique su último triunfo comicial; quizá también podamos presenciar el inicio de algún nuevo Partido que postule legítimamente causas e ideologías progresistas que hoy en día ningún Instituto recoge; pero de algo sépase seguro, ambos casos costarán y caro al erario público, y veremos, como ya ha sucedido, a Dirigentes efímeros que vivirán cómodamente durante tres años. Que sea lo mejor para la democracia queretana y no sólo para unos cuantos.

Juan Carlos Arreguín

Licenciado en Derecho y Maestro en Amparo. Consultor Político con Diplomados en Derecho Electoral y Estrategia Electoral. Fue Secretario de Gobierno Municipal, Director de Desarrollo Político Estatal, Director de Análsis Politico Estatal, Coordinador Operativo del Programa Social Estatal.


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