Un bombazo llamado “Mayo” ha explotado en la 4T

La carta de Ismael “El Mayo” Zambada, compartida por su abogado a la prensa estadounidense y mexicana, es un obús que ha impactado de lleno en los cimientos de la autodenominada “Cuarta transformación”, como la gran culminación a los señalamientos de narcopolítica y narcoestado en contra del mandatario federal.

Hasta el momento, las acusaciones en contra de Andrés Manuel López Obrador no habían cuajado, pues las acusaciones lucían endebles, o poco verificables. Uno de los mayores señalamientos vino a través del periodista Tim Golden, quien en un reportaje de ProPublica, señalaba la posibilidad de que AMLO hubiera recibido 2 millones de dólares por parte del Cártel de Sinaloa para financiar su campaña en 2012.

El reportaje, débilmente sustentado en una incipiente investigación por parte de la DEA, la cual fue finalmente cerrada por las autoridades federales sin que las investigaciones prosperaran, no tuvo el impacto que se esperaba en la imagen del mandatario y su Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), y la mejor prueba son los resultados electorales en los que dicha organización política arrasó en los resultados.

Sin embargo, las acusaciones de “El Mayo” lucen de gran calado, pues hay al menos dos señalamientos que podrían demostrar lo enquistado que se encuentra el poder del narco en la política y seguridad del país. La captura del capo se habría dado, según su relato, cuando se iba a reunir con el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya (emanado de las fuerzas morenistas) y Héctor Melesio Cuén, diputado federal electo, a fin de fungir como mediador en un conflicto entre los dos políticos por quién debería asumir la rectoría de la Universidad Autónoma de Sinaloa.

La reunión nunca se concretó, pues el capo fue traicionado por Joaquín Guzmán López, hijo de “El Chapo” Guzmán, quien habría secuestrado a Ismael Zambada para llevarlo y entregarlo a las autoridades de Estados Unidos. Héctor Melesio Cuén habría sido asesinado en el lugar donde se realizaría la reunión. Esto, a pesar de que el capo nunca refiere en su carta haber visto en el lugar a Cuén, ni al gobernador Rocha.

Cabe recordar que la Fiscalía de Sinaloa dio a conocer que Héctor Melesio había sido asesinado en una gasolinería, al resistirse a un asalto, el mismo día en que fue capturado el capo de capos.

La segunda revelación importante hecha por Zambada es que las fuerzas del orden estarían encargadas de su protección personal, pues en su escrito asegura que era su escolta personal José Rosario Heras López, comandante de la Policía Judicial del Estado. Aunque no es novedoso saber que políticos y policías estaban al servicio del Cártel de Sinaloa, sí lo es el hecho de que el propio capo sea quien revele estos hechos.

López Obrador solo pudo “respaldar” al gobernador señalado cuando fue cuestionado a las pocas horas de darse a conocer esta información, pidiendo tiempo para que Rocha aclarara los señalamientos, para que se conociera su versión. El mandatario Sinaloense afirmó que el día de la supuesta reunión, él ni siquiera estaba en México, pues había viajado a EUA con su familia por una cuestión de vacaciones.

Hechos que se han podido comprobar con las bitácoras de vuelo y de llegada del funcionario al país extranjero. Pero que, sin embargo, no despejan la duda de si este se habría reunido en ocasiones anteriores con el capo, lo cual le habría dado veracidad al engaño de Joaquín Guzmán López sobre la supuesta reunión que sirvió de gancho para el secuestro de Zambada.

Más aún, se vuelve relevante conocer por qué un comandante de la Policía Judicial era escolta personal del narcotraficante, y por qué “El Mayo” fungía como mediador en conflictos políticos de la entidad, lo cual revelaría la influencia del narco en la administración del estado.

Ante esto, es importante recordar las afirmaciones del propio Andrés Manuel López Obrador que en 2019 aseguró que cualquier acto que sucede en el país es de conocimiento del presidente, y que todo acto de corrupción es aprobado por el Ejecutivo en turno. ¿Será cierto, entonces, que Obrador tenía conocimiento de lo que sucedía en Sinaloa, y que todo el poder que ostentaba “El Mayo” se hacía con su aprobación? De ser así, los bombardeos iniciados por Tim Golden habrían limpiado el camino para el misil que tenía preparado Zambada, y los cimientos de la 4T, ahora más que nunca, se resquebrajan.