Sheinbaum y la deuda histórica con las madres buscadoras

Desde el inicio de la guerra en contra del narcotráfico en 2006, la cifra de personas desaparecidas ya supera las 111 mil víctimas, y tanto como los sucesivos gobiernos federales como los locales han evitado generar una estrategia real de búsqueda, una deuda histórica con, en su mayoría madres y abuelas, que buscan a miles de mexicanos en fosas clandestinas por todo el país.

La “renovación” del padrón de desaparecidos, el cual tiene el registro duplicado de personas desaparecidas según activistas, está abandonado, así como el hecho de que el presidente López Obrador se niegue a recibir a las madres, esto es el ejemplo del desdén que gobiernos de todos los partidos y en toda la República tienen por este grupo de personas, quienes sólo buscan, en muchas ocasiones, darle digna sepultura a sus seres queridos y que haya justicia.

Desde Querétaro, destacando que podría convertirse en la primera mujer en dirigir el país, Sheinbaum Pardo prometió que ya no habrá desapariciones forzadas (por parte del gobierno) y que sus propuestas en materia de igualdad sustantiva de las mujeres y no impunidad implicará “ayudar” a las madres buscadoras.

Sin embargo, no propuso ninguna estrategia real para la búsqueda de personas, en una actitud compartida con la clase política general del país, que al parecer ve a las madres buscadoras como “pareas políticas” por encima de que son personas.

“Sí, vamos a apoyar a las madres buscadoras y son dos acciones evidentemente, igual que en el caso de la seguridad. Es la prevención en la investigación para poder prevenir un delito como la desaparición, que es muy distinta. No viene la desaparición forzada que había antes por parte del Estado mexicano, sino algunas veces tiene que ver con la delincuencia organizada y otras veces tiene que ver con violencia contra las mujeres”, señaló Sheinbaum desde Querétaro.

En efecto, hay una crisis de inseguridad, homicidios y feminicidios, de degradación social que inició desde 2006 y que ningún gobierno ni partido ha podido controlar con efectividad. Si es que gana, le tocará a Sheinbaum tener la responsabilidad de tratar de controlar la ola de violencia que azota algunas zonas del país y que ha dejado a los ciudadanos sin protección. Las preguntas son: ¿lo puede hacer sin ver el lado humano de la tragedia? ¿Se puede lograr paz sin la reconciliación con las víctimas?