¿Quién ganó el debate?
Seguramente después de este ejercicio habrá varias lecturas, análisis y polémica para platicar en alguna sobremesa
Durante el debate de candidatos a presidente municipal de Querétaro, acontecido la tarde del martes en las instalaciones de la UAQ, hubo de todo y por su orden.
Por principio de cuentas, pudimos observar el color de las porras, más rojas y azules que de cualquier otro color, aunque haya a quien no le guste.
El primer gol lo metió Armando Rivera al llegar minutos antes que Roberto Loyola, cuando aún la explanada estaba pletóricamente pintada de activistas, porristas y paleros de ambos bandos.
Posteriormente y de una forma menos notoria hizo su arribo Roberto Loyola al auditorio Fernando Díaz Ramírez. Ya adentro se encontraban los tres candidatos de izquierda y el rector Gilberto Herrera Ruiz, así como consejeros del Instituto Electoral de Querétaro.
Primera Ronda
La mecánica del debate consistió en una primera ronda de presentación, una segunda con propuesta, una tercera de réplica y una cuarta de contrarréplica; así como tres preguntas abiertas de los asistentes.
El orden de intervenciones fue de derecha a izquierda viendo al público asistente, de la siguiente forma: Antonio Zumaya del PT, Roberto Loyola, José Luis Aguilera, Adolfo Camacho del PRD y por último Armando Rivera.
No hubo mucho que destacar de esta primera ronda, salvo cuando Roberto Loyola se ofreció a rendir una declaración pormenorizada de su patrimonio y la forma en que lo ha construido, acentuando: “La política no debe ser un negocio”.
José Luis Aguilera habló de ser un político por vocación, tratando de asestar un “cachiporrazo” cuando mencionó: “no tufos de corrupción… no más miércoles de plaza, ofrezco un gobierno de siete días…”
El candidato perredista empezó nervioso, con una cantaleta similar a la de AMLO cuando se refirió a un clima de violencia, ingobernabilidad y sangre. Muchos de los asistentes se miraban entre sí como preguntándose: “¿Eso pasa en Querétaro?”
Armando Rivera trató de marcar la diferencia afirmando que él era el único de los cinco candidatos emanado de un proceso interno, no por regalo ni por imposición; ahí reviro a Loyola Vera diciendo: “provengo de una cultura del esfuerzo, todo lo que tengo ha sido gracias al trabajo y al tesón”.
Segunda Ronda
La segunda ronda se centró en la propuesta de cada candidato, siendo el tema medular el desarrollo sustentable; fue ahí donde hubo propuestas, algunas realistas, otras vanas, entonadas y hasta fantasiosas.
En esta ronda Roberto Loyola señaló que había retos inmediatos y urgentes, pero también que había que planear el Querétaro de los próximos 50 años, enfatizando que los errores del pasado en cuanto a sustentabilidad, le costarían caro a los queretanos.
José Luis Aguilera aprovechó la ocasión para hablar sobre las cuotas escolares, subrayando que las mismas son por causa de los maestros que pertenecen a Nueva Alianza. Partido político que impulsa en coalición al candidato priista.
Lo que más llamo la atención del otrora “Niño naranja” fue cuando se refirió al relleno sanitario, donde dijo que existía “delincuencia organizada y mucha corrupción” al interior del municipio de Querétaro.
Rivera Castillejos se defendió al mencionar: “…durante mi pasada gestión, recibimos el municipio con el 7% de reservas ecológicas y lo entregamos con el 23% aunque algunos pretendan desvirtuar nuestras acciones…”
Pero el acento vino después cuando apuntó: “…no soy un burócrata al amparo de patrones y de amigos… he dado resultados y daré más”.
Lo que olvidó analizar de fondo el candidato de Acción Nacional fue que durante el trienio 2003-2006 su principal patrón fue el pueblo de Querétaro, cuando se desempeño como Presidente Municipal.
Réplica
El debate se puso calientito en la réplica, ahí Roberto Loyola indicó que Armando era una persona que descalificaba al IEQ, a la UAQ e incluso a su propio partido Acción Nacional.
Posterior a ese señalamiento Roberto Loyola cuestionó: “¿Armando vas a aceptar el resultado? Comprométete a aceptar el resultado”.
Armando Rivera guardó silencio respecto al cuestionamiento del priista, pero trató de defenderse haciendo un señalamiento particular que en nada respondía a la pregunta, al decirle a Loyola Vera: “¿dónde estaba Usted cuando su hermano atacó a esta Universidad? Estudiando en España con una beca que su hermano le regaló”.
Esa respuesta poco ayudó al blanquiazul a posicionarse. Mas bien pareciera que fue ahí cuando empezó a decaer, tanto su ánimo como el de los simpatizantes que lo acompañaban, quienes poco a poco fueron bajando el volumen de las porras.
Contrarréplica
En la contrarréplica y una vez metido en el argot el ex gobernador panista Ignacio Loyola Vera, Roberto, su hermano, contestó: El señor Ingeniero Ignacio Loyola tiene su currícula y yo tengo la mía. “Armando, todas mis acciones están ceñidas a la ley, puedo ver a la cara a mi esposa y a mis hijos”.
En esa misma ronda, Aguilera Rico aprovechó para torpedear a ambos candidatos afirmando: “Antes de colocar internet, hay que darles de comer a los niños que van a la escuela… antes de soñar a 50 años hay que ser realista.”
Tres Regalos
Tocó el turno a Armando Rivera quien acusó a Roberto Loyola de ser un copión. “…el señor Roberto Loyola, no hizo la tarea, es un copión, me copia todas mis propuestas, está acostumbrado a los regalos; ya tiene dos regalos, su notaría que le regaló su hermano y la candidatura de su partido; yo le regalo mis propuestas para que tenga tres regalos y complete la canción…”
Preguntas abiertas
Las preguntas del público mostraron la inquietud de vincular a la sociedad con el gobierno, hablaron del apoyo a las ONGs; del impulso a las mujeres y del polémico y muy mencionado referéndum.
Los candidatos capotearon bien las respuestas, reforzaron sus propuestas y trataron de redondear su participación.
Seguramente después de este ejercicio habrá varias lecturas, análisis y polémica para platicar en alguna sobremesa. ¿Que quién ganó el debate? La respuesta es sencilla, el candidato de su preferencia.