Miguel Nava: “Farsa y circo…”
Nava se dice ser el único candidato a gobernador con experiencia en áreas de seguridad, así como un avanzado conocimiento en materia de leyes, sin embargo, dicta una célebre frase “lo que natura no da, Salamanca no lo otorga…”
“Yo no me voy a prestaré a una farsa…”, sentenció el candidato de Redes Sociales Progresistas Miguel Nava Alvarado, durante su participación en un foro de discusión organizado por empresarios en Querétaro, poco antes de abandonar la sesión virtual. Acto seguido el foro continuó y concluyó sin que se notará su ausencia.
En cada contienda hay un kamikaze que sabe que no va a ganar, pero se sirve del efímero momento en donde ellos y los partidos que lo postulan buscan de manera desesperada conectar con un sector del electorado que guste de las ocurrencias o de las posturas radicales, sin importar que sean parte de lo que el propio Miguel Nava llamaría una “farsa”.
Nava se dice ser el único candidato a gobernador con experiencia en áreas de seguridad, así como un avanzado conocimiento en materia de leyes, sin embargo, dicta una célebre frase “lo que natura no da, Salamanca no lo otorga…”, como son el carisma, la empatía, la honestidad y la ética; elementos indispensables en un líder que aspira a gobernar una entidad como la nuestra.
Y es que como funcionario en la hoy extinta Procuraduría General de la República (PGR) su hoja de servicios destaca diversos puestos incluso en el extranjero; sin embargo, la revista Proceso en la página 12 de su número 1814, de agosto de 2011, nos recuerda algo que omite mencionar Nava Alvarado sobre su experiencia en áreas de la seguridad, como lo es el motivo de su intempestiva salida de la dependencia. La cual se dio por no acreditar las pruebas de control de confianza exigidas por la entonces titular de la dependencia, lo que le obligo a regresar a la tierras queretanas, tras una breve estadía en Aguascalientes como Delegado de la PGR, por cierto a petición del entonces gobernador Luis Armando Reynoso Femat, el mismo que fuera señalado por diversos delitos y encarcelado.
Para alguien que se jacta de ser experto en temas de seguridad, sabe lo delicado que es no acreditar los controles de confianza, sin embargo, no bastó su salida de la dependencia, Nava tuvo que litigar con la institución un proceso administrativo como prueba el expediente 604/2011 del Órgano Interno de Control de la extinta PGR, por el presunto manejo irregular de recursos públicos, algo de lo que tampoco Miguel Nava ni sus promotores quieren recordar.
El doctor Nava Alvarado también se menciona como un promotor de los derechos humanos y protector de la justicia, sin embargo, su paso por la Defensoría en el estado de Querétaro dejó más sombras que luces, no solo por los cuestionamientos que las propias organizaciones defensoras de los derechos humanos vertieran sobre el ex ombudsman, sino por la cadena de anomalías que la Entidad Superior de Fiscalización del Estado de Querétaro (ESFE) y la propia Comisión Nacional de los Derechos Humanos documentará en su contra. Datos también que fueron olvidados mencionar por parte del candidato que señala no prestarse a farsas, aun pareciendo una de ellas.
La ESFE, en los informes de 2013 a 2017, mostró un comportamiento reiterado en la opacidad a conducirse con transparencia del entonces responsable de la Defensoría de los Derechos Humanos, a contratar con proveedores que no tenían registro en el padrón, lo cual es requisito legal y ético indispensable al tratarse de recursos públicos, o contratar siete prestadores de servicios contables, de capacitación y de investigación científica por más de 1 millón 200 mil pesos, ¡que nadie, más que él, sabía lo que hacía! O adjudicar sin atender las disposiciones indispensables la adquisición de vales de gasolina, así al dedazo, por procedimiento de invitación restringida PIR/DDHQ/001/2016, o qué decir de la simulación de sesiones del Consejo de la Defensoría las cuales se llevaban a cabo sin quorum legal, si bien le iba a Nava con un consejero pero donde se tomaban decisiones que carecían de formalidad legal.
Pero lo más delicado fue la lluvia de demandas laborales y quejas ante la Comisión Nacional por parte de al menos una docena de colaboradores por violación a sus derechos laborales.
Uno de ellos fue en contra de una mujer que cometió el “error” de embarazarse, y qué decir del deleznable despido de una colaboradora que sufrió un derrame cerebral y que durante su convalecencia fuera eliminada su plaza, sí así como se lee, un defensor actuando con chicanadas para violentar los derechos que decía defender. Ese nivel ético es el abanderado de las Redes Sociales Progresistas.
Con esos señalamientos se debe ser muy caradura para autoproclamarse como alguien con solvencia moral. Es insultar la inteligencia de los electores pero, sobre todo, es no entender de qué se trata un proceso democrático como el que viven Querétaro y el país en estos momentos.
Tampoco a Nava Alvarado le gusta hablar mucho sobre su intento de reelegirse por un segundo periodo al frente de la Defensoría de los Derechos Humanos, así como el tema de moda con un Ministro Presidente pero región 4, intentona que fuera parada en seco paradójicamente por la Suprema Corte de Justicia de la Nación al negarle jurídica y claramente su sueño guajiro.
Dicen que la culpa no es del Doctor sino de quien lo hace candidato, ya que, ¡si sabían cómo es, pa’ que lo invitaron! Y es que Querétaro merece mucho más que un porro con piel de académico. Merece propuestas y personas que no tengan como único argumento la descalificación, su actitud nos hace recordar a “ya saben quien” pero en una versión muy limitada, casi como su capacidad de autocrítica, pero en fin, somos lo que somos…