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“El Veneno” Salas

Por Staff Códice Informativo - 12/05/2014

Eric Salas se ha caracterizado por tener amigos y enemigos, en turnos. Todos van y regresan a su cercanía. Ricardo Anaya es uno de ellos. Pareciera ser su enemigo político, pero su amigo personal.

 “El Veneno” Salas

Silencioso y precavido, Eric Salas González llegó al Partido Acción Nacional en el año 1988, y se caracterizó por participar activamente y alinearse siempre a las indicaciones de los líderes de entonces.

El PAN no era partido fuerte en Querétaro, sin embargo, ahí había oportunidades para todos.

Con el tiempo, se convirtió en un activo militante cuyo principal dote era el “acarrear” gente a los mítines y manifestaciones políticas, eso le valió ser tomado en cuenta para llegar a su primera diputación local, por la vía plurinominal. A manera de premio.

No se tiene claro por qué le comenzaron a apodar “El Veneno”, pero se puede deducir.

Para lograr su primera diputación local, consiguió colarse en las preferencias panistas, obteniendo la vía libre y fue diputado; sin embargo, su paso legislativo fue precario. No tuvo una participación destacada y finalmente, se “cuadró” a las decisiones de su partido.

Su origen fue dentro del PAN “duro”, ese cercano a “El Yunque”, simplemente porque era el único PAN que había.

Sin embargo, con el tiempo se caracterizó por aliarse con la “nueva ola” panista, que se conoce hasta hoy como los “Neos” del PAN, grupo encabezado por mucho tiempo por el exgobernador Ignacio Loyola Vera, y cuyo liderazgo tomó con el tiempo Armando Rivera Castillejos, con quien tuvo fuertes enfrentamientos en su segundo período como diputado.

Al terminar su primer período, pudo colocar a su hermano Rubén en la diputación que él dejó, lo que comprobó que ya había tomado fuerza en el PAN, aunque siempre a la sombra de alguien.

Su hermano, gris también.

No fue sino hasta la LIV Legislatura, ya en tiempos de Francisco Garrido, que Eric Salas se “vendía caro”, llevando mítines a donde se los pedían, logrando con ello no solo la segunda diputación local, sino la coordinación del grupo legislativo del PAN y las presidencias tanto de la Junta de Concertación Política, como de la Mesa Directiva de la Legislatura.

En ese momento, su jefe político directo y amigo fue Ricardo Anaya Cortés, quien fungía como secretario Particular del ex gobernador Garrido y quien posteriormente fue coordinador del Programa de Acción Comunitario (hoy Soluciones), con una bolsa millonaria. Vaya, Eric estaba “a la sombra” de un “supersecretario”, quien era su “conecte” con las instrucciones del entonces gobernador.

Resultó todo un éxito su papel legislativo, tuvo el “teje y maneje de esa legislatura”, pero el destino le jugó una mala pasada.

Casi al término de su gestión, salieron precandidatos a la presidencia municipal: Francisco Domínguez y Guadalupe Murguía.

Salas, siempre lejano a Armando Rivera, tuvo que tomar una decisión: Guadalupe Murguía y Armando Rivera, eran lo mismo. Mismo grupo. Eric había tenido distanciamiento directo con Armando y “su gente” no sólo en el ámbito político, sino en el ámbito legislativo.

A Salas no le quedó más que aliarse con los “duros” y apoyar a Francisco Domínguez, lo que le garantizó una “chamba” en su administración municipal, tras lograr el triunfo.

Y aunque Eric nunca dejó de ver atrás, a sus orígenes, con su primer “beso de judas” se alejó de Ricardo Anaya, solo de manera política.

Logró ser precandidato a diputado federal en el 2012, pero esta vez, los panistas le dieron la espalda.

Salas González ha sido por mucho, un elemento valioso del PAN, ya que tiene la capacidad de “juntar” masas y llenar eventos. Por mucho tiempo, su trabajo fue deseado por todos los candidatos y sus premios han sido las diputaciones locales que ha tenido, por la vía plurinominal. Esta vez no llenó (¿casualidad?).

“El Veneno” es un elemento que fue creciendo al interior del partido, como se debe, desde abajo. Incluso siendo diputado local, culminó su carrera de Derecho en la Universidad del Valle de México (en su momento, sus compañeros diputados aseguraban que no iba y que le pasaban la respuesta de los exámenes).

Esta vez, Eric demostró una vez más que con un “beso de judas” cambian las cosas.

Le cuento.

Con su apoyo a Francisco Domínguez consiguió infiltrarse  en los “duros”, e incluso ser nombrado coordinador de campaña de Ernesto Cordero por la presidencia nacional del PAN en fechas recientes.

Este domingo culminó la campaña en Querétaro, con un evento en el Querétaro Centro de Congresos, cuyo salón asignado no llenó, por cierto. No sabemos si fue una mala pasada de quienes dirigen el recinto, dándole un salón muy grande o si de plano a Eric Salas se le acabó la capacidad de convocatoria.

Un reportero publicó en su cuenta personal de twitter la realidad. El recinto carecía de mucha asistencia. Eric, en un acto de exigencia, jaloneó al compañero y le exigió que bajara la información.

El reportero explicó al abogado, que en su espacio personal tiene derecho a publicar lo que quiera; sin embargo, el coordinador no cedió y al pedirle una entrevista al respecto, agredió a reportero y camarógrafo. (En lugar de jalonear al reportero, debió jalonear a quien le hizo la mala pasada de asignarle un salón enorme).

En política, dicen, nada es casualidad.

El asunto de volvió viral en las redes sociales y generó notas periodísticas de nivel nacional.

Lo que no sabemos es si Eric Salas lo hizo en un acto inocente -repito, en política nada es casualidad-, o fue nuevamente un “beso de judas” para Francisco Domínguez y con ello, ayudar a su amigo de siempre, Ricardo Anaya, quien contiende como candidato a la secretaría general del PAN, en la fórmula de Gustavo Madero -rival de Cordero-.

En política todo se vale y todo se hace.

Queda claro por qué le dicen “El Veneno”.


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