#UberSeQueda y … ¿Llega a Querétaro?

Económicamente existe un elemento que podría describir la necesidad de Uber y es la asimetría de la información que simplemente consiste en que en el mercado no existe información perfecta, es decir, que el productor cuenta con más elementos informativos que el consumidor.

Sabemos que la facultad del Estado para concesionar el transporte público -que tiene como precedente la ley de carrozas formulada por el parlamento británico en el siglo XVII– en teoría, genera seguridad y certeza en torno a las personas y a las unidades que prestan el servicio de transporte público. Sin embargo, esto a veces solo pasa en la imaginaria, porque en el campo real, sabemos que el Estado no cuenta con la capacidad suficiente para supervisar de manera eficiente y algunas veces además de no tener capacidad, no tiene la voluntad de hacerlo. 

Si existiera un “boom”de taxis regulados o no, el consumidor no tendría la posibilidad de saber si la unidad que está abordando es o no legal, con los riesgos que esto conlleva. Sin embargo, como usuarios, el que la unidad cuente con un número de identificación asícomo un tarjetón o carnet que demuestre que el conductor está debidamente reconocido por la autoridad, pareciera ser por sí solo el factor que puede diferenciar entre un servicio y otro, sin embargo, las cosas no son así.

Los motivos son los siguientes: de acuerdo con la Ley de Movilidad, las unidades destinadas al servicio público deben contar con una concesión del estado, misma que suscribe una serie de obligaciones para quien la ostenta; sin embargo, Uber ha demostrado tener la solución al problema de la asimetría de la información, debido a su modelo de negocio el cual en todo momento le brinda a los consumidores toda la información relativa al servicio, permitiéndole calificar la operación y calidad del servicio, esto puede derivar incluso en que se pueda dar de baja al vehículo y al operador que no cumplan con el mínimo de calidad requerido.

Una sobreoferta de taxis de manera obligada generaría la caída de los precios en el servicio en un primer plano, pero también derivaría en la salida de diversas unidades del servicio, lo cual podría equilibrar la oferta y la demanda.

En Estados Unidos, país donde surge Uber, se llevó a cabo una discusión en el seno del organismo antimonopolios, el cual determinóque se deben aprovechar los modelos comerciales y nuevas oportunidades a favor del consumidor que representa esta herramienta. Más allá del debate en torno a las leyes de movilidad y transporte público, el debate en torno al impacto positivo en la correlación entre economías y calidad en el servicio, deberá obligar a que esta discusión siga en el seno de la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece). 

Sin duda uno de los temas más controversiales en torno a Uber o cualquier servicio similar, es sobre ¿Quién se encuentra en la legalidad y quién en la ilegalidad? Uber no cuenta con una concesión y supervisión directa por parte del estado en la prestación del servicio, lo cual puede hacerlo parecer ilegal; pero sí mantiene mecanismos de certificación que quizá son más estrictos que la misma norma legal aunque, desde luego, esto no puede ser suficiente.

En cambio las unidades del servicio público regulados bajo la concesión del estado están empadronadas, pero quizá el modelo de relación laboral con sus trabajadores y el mismo servicio podría encontrarse también al margen de la ley.

Muy pocos de los taxis que circulan por las calles emiten algún tipo de comprobante de pago, o tienen a sus trabajadores registrados ante el IMSS, en cambio Uber realiza transacciones electrónicas que generan ante la autoridad un registro, lo que podría ayudar junto con la emisión de comprobantes fiscales para una adecuada supervisión de la autoridad.

En Querétaro actualmente opera Easy Taxi, una aplicación creada en Brasil con presencia global, la cual tiene presencia en cerca de 10 ciudades en todo el país. La diferencia con respecto a Uber estriba principalmente en que esta herramienta está hecha para incorporar la tecnología a los taxis que están debidamente regulados por el estado y no autos particulares. Sin embargo, esto no parece inhibir el avance de Uber, por el contrario, las metas de esta empresa son muy claras: generar un empleo en México cada 15 horas, asociar a cerca de 20 mil choferes y expandir su red de servicio a cuatro nuevas ciudades entre las que figura Querétaro. 

Con el inicio del próximo gobierno estatal también se deberá dar cumplimiento a la generación del programa estatal de movilidad que deberá presentarse por el Ejecutivo en los primeros seis meses de gobierno, de acuerdo con la ley en la materia, para ser vinculado con el Plan Estatal de Desarrollo, y sin duda Uber deberá ser considerado por quien asuma la responsabilidad el próximo 1 de octubre, ya que al menos tecnológicamente es inevitable su inicio de operación en nuestra entidad.