Presupuesto 2024: críticas y realidades

En las últimas semanas, previas a la aprobación del presupuesto federal para el 2024, se han presentado una serie de críticas al monto que fue propuesto -y finalmente avalado- sobre todo por el porcentaje de deuda que el gobierno estaría adquiriendo de cara al cierre de la presente administración.

Lo cierto es que el tema de deuda y sus potenciales efectos negativos solo pueden ser evaluados bajo la luz de la capacidad de pago del gobierno federal y de la fortaleza económica del país en los años venideros, los cuales, por cierto, tienen mejores perspectivas que los primeros años de la actual administración.

No es de extrañarse la estrategia del gobierno federal, al solicitar un presupuesto más robusto, pues hay una serie de compromisos que la administración de López Obrador tiene que concluir antes de que termine su mandato, entre ellos, las obras emblemáticas de su gobierno, como El Tren Maya o la refinería de Dos Bocas, así como la ampliación de sus programas sociales.

Para ello ha tenido que dejar sin cobertura otros rubros, el más polémico y que la oposición más ha criticado es la inexistencia de una partida especial para la reconstrucción de Acapulco, luego del paso del huracán Otis.

¿Pero, qué dicen los expertos sobre las expectativas de crecimiento que tendrá el país en los próximos meses? De acuerdo con analistas de Citibanamex, el 2023 cerrará con un PIB del 3.4%, y que hasta el momento se ubica en el 3.3%.

Muy lejos quedaron los pronósticos del 0.9% que auguraba en Banco Mundial a inicios del presente año. El pronóstico para el 2024, ahora, es optimista, coloca al país con una expectativa del 2.5, de acuerdo con el mismo organismo.

Sumado a esto, la disminución constante de la inflación en el país viene a quitar presión a la economía, pues en los momentos más altos de este indicador se temía una estanflación, lo que hubiera derrumbado por completo las expectativas positivas para el país.

Finalmente, la fortaleza del peso viene a abonar a la estabilidad cambiaria, lo que sin duda es un factor a tomar en cuenta a la hora de adquirir deuda externa. Es por ello que, bajo la luz de todos estos elementos, se puede tener una perspectiva más clara de la viabilidad de la deuda que se ha adquirido.

Y por lo menos en el corto plazo, no se percibe que esta ponga en riesgo la estabilidad económica que actualmente hay en México.