Peso mexicano a la expectativa de las decisiones del próximo gobierno
Los economistas prevén que para finales de 2024, el tipo de cambio peso-dólar se ubique en un rango de 18.65 a 19 pesos por dólar, considerando varios factores como las políticas monetarias tanto en México como en Estados Unidos, la inflación, y la incertidumbre geopolítica
Los economistas prevén que para finales de 2024, el tipo de cambio peso-dólar se ubique en un rango de 18.65 a 19 pesos por dólar, considerando varios factores como las políticas monetarias tanto en México como en Estados Unidos, la inflación, y la incertidumbre geopolítica.
Hasta este momento, luego de la constante fluctuación que ha mostrado el peso, después de las elecciones vividas el pasado 2 de junio, se mantiene la esperanza de que la volatilidad inicial pueda estabilizarse a medida que se aclaren las políticas del nuevo gobierno y se tomen medidas concretas para abordar las preocupaciones económicas, a través de señales de políticas económicas claras y a la implementación efectiva de reformas para evaluar el impacto a largo plazo en la estabilidad del peso.
No es nuevo el tema de la fluctuación constante en la moneda mexicana luego de las elecciones presidenciales, sin embargo, estas pasadas elecciones han dejado una marca significativa en el mercado de divisas, provocando una notable fluctuación en la cotización del peso frente al dólar americano, ya que en vísperas de las elecciones presidenciales, la moneda norteamericana se cotizaba en 17 pesos, y la semana posterior a los comicios, el peso registró su peor desempeño desde marzo de 2020, depreciándose un 8.22% y superando rápidamente las 18 unidades por dólar, según datos divulgados por el sitio web El Economista.
A pesar de que las encuestas ya apuntaban a una victoria por parte de la candidata oficial, la contundencia con la que arrasó y el control que se obtendrá en ambas Cámaras, tanto de diputados y senadores, abonan la incertidumbre que rodea las políticas económicas propuestas por el nuevo liderazgo, así como a la reacción de los inversores y especuladores en el mercado cambiario.
La depreciación del peso se puede atribuir a varios factores. Primero, las promesas de reformas económicas del nuevo gobierno han generado dudas sobre la estabilidad y la dirección futura de la economía. Los inversores tienden a ser cautelosos ante posibles cambios en la política fiscal y monetaria, y la percepción de riesgo suele llevar a una venta de activos denominados en la moneda local.
Como usualmente sucede, el dólar americano, como moneda de refugio seguro, a menudo se fortalece en tiempos de incertidumbre política y económica en mercados emergentes. La creciente demanda de dólares, combinada con una oferta relativamente fija, puede amplificar la depreciación del peso.
Como sea, apenas han transcurrido algunos meses de las elecciones que han provocado la depreciación del peso, por lo que aún se tiene la esperanza de que la actual presidenta electa comience a enviar señales de estabilidad que den confianza a los inversionistas.