Hay trabajo, pero… ¿Las nuevas generaciones no quieren trabajar?

En días pasados, el Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco) y la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) presentaron un análisis en torno al panorama laboral del país, y de los retos que enfrentan las empresas para cubrir sus necesidades de personal.

Los resultados muestran un fenómeno que no es nuevo, pero que sí parece que se ha acentuado en los últimos años, y es que hay cerca de 1.6 millones de vacantes en el sector formal, mientras que, a la par, hay 10 millones de personas no ocupadas (principalmente mujeres y jóvenes), que potencialmente podrían ser económicamente activas, pero que, por alguna razón, no participan en la economía.

Lo anterior parece, de primera mano, paradójico: hay trabajo, pero las personas que potencialmente podrían cubrir estas vacantes no están interesadas o capacitadas para ocupar estas posiciones. Y esto presupone una problemática mayor para las empresas, pues sin personal no se pueden cubrir las expectativas de funcionamiento idóneo de las organizaciones.

Uno de los factores para que suceda este fenómeno es el nivel salarial, para un importante número de personas, el dinero que se ofrece actualmente en muchos de los trabajos no es suficiente para cubrir sus necesidades, algo que, sin duda, no debería sorprender a nadie.

Como punto de referencia, los precios de los vehículos y las casas han crecido tan exponencialmente en los últimos años que, para la mayor parte de la población en México se ha vuelto prácticamente imposible adquirir un vehículo de contado, y los planes de crédito se han vuelto tan largos, que liquidar un auto puede tomar hasta siete años.

Tomemos como referencia el salario promedio en Querétaro —uno de los más altos a nivel nacional— que se ubica en el rango de los 15 mil pesos, y contrastémoslo con el porcentaje (entre 10 y 15%) de los ingresos totales que expertos recomiendan destinar para un crédito automotriz: El monto que un queretano promedio podría destinar para la mensualidad de un crédito automotriz iría de mil 500 a 2 mil 250.

Ahora, tomemos como ejemplo uno de los autos de agencia más baratos en México: el Kwid, que en su versión más básica cuesta 219 mil pesos de contado. Para cubrir su costo total, tendríamos que pagar los 2 mil 250 pesos por 97 meses, es decir, durante 8 años y sin incluir los consabidos intereses, comisiones, pago de seguros y todos los gastos que conlleva la adquisición de un auto.

Este sencillo ejemplo nos demuestra el complicado panorama que deben enfrentar las nuevas generaciones, y por qué el ingreso que pueden percibir en un trabajo formal no es atractivo para ellos. Es en los más jóvenes donde hay más fuerza laboral sin ocupar y es en gran medida porque la paga que reciben no alcanza para cubrir sus necesidades y sus expectativas a futuro.

Si agregamos que la reciente alza en los precios de los productos debido a la inflación económica ha mermado aún más el poder adquisitivo de las personas, entonces tendremos un escenario aún más desafiante al que enfrentarnos.

En contraparte, las empresas señalan que una de sus principales problemáticas está en contar con los recursos suficientes para cubrir sus necesidades de personal, es decir, no tienen los activos necesarios para cubrir las necesidades salariales o cubrir todas las vacantes necesarias para su funcionamiento.

Esto entonces presupone un problema general, donde, por un lado, un número importante de empresas no tiene más recursos para pagar mejores salarios, y, por el otro, un importante número de personas no se siente atraída hacia un empleo en el que el ingreso no les permite cubrir sus necesidades, y donde las condiciones laborales se encuentran deterioradas.

De continuar esta dinámica, se podría presentar un colapso de la economía en el corto plazo, por lo que es necesario que empresas, sociedad y gobierno implementen estrategias que permitan revertir este círculo: en el que se mejoren los salarios, las empresas cuenten con el personal idóneo para realizar sus actividades y, por ende, puedan crecer económicamente.