El fracaso de la educación
En este país se ha ‘enquistado’ una clase política que ha controlado por decenas de años al magisterio; epicentro en gran medida del colapso del sistema educativo mexicano.
La educación es el tema fundamental en el que descansa la verdadera viabilidad del estado de mexicano; más allá de la demagogia política, la ausencia de un sistema educativo competitivo nos aleja de toda posibilidad de alcanzar una condición real de desarrollo.
En este país se ha ‘enquistado’ una clase política que ha controlado por decenas de años al magisterio; epicentro en gran medida del colapso del sistema educativo mexicano.
El tema presupuestal no ha sido el impedimento, lo ha sido la irresponsable manera en que se han dilapidado por años los recursos públicas; la mediocridad ante estándares internacionales de la educación en el país.
Esto se debe, en gran medida., a la permisividad de gobiernos estatales y federal; así como de la indolencia y ambición de los dirigentes del sindicato de la educación, que sin importar sus convicciones permitieron tal desfalco.
Recientemente, la Asociación Civil Mexicanos Primero que encabeza Claudio X González dio a conocer que México tiene que erogar del presupuesto para la educación 35 mil millones de pesos anuales para el pago irregular de 113 mil 259 trabajadores que están comisionados o son líderes sindicales.
Lo anterior representa un gasto diario por el orden de los 95 millones de pesos; cifra que de acuerdo a Mexicanos Primero permitiría al país construir diariamente 20 escuelas nuevas o brindarle la cobertura del Seguro Popular a 17 millones de familias.
Esa cifra de personal que percibe un ingreso no justificado equivale al personal de 4 empresas de las más grandes del ranking de la revista Expansión.
Estamos hablando que esa cifra negra es equiparable al capital humano de empresas como Grupo Financiero Banamex -40 mil 850 colabores- Pepsico -39 mil 638-, Cinépolis -16 mil 92- o General Motors -15 mil 359-, para darnos una idea más próxima es lo equivalente a 1 de 4 trabajadores suscritos ante el Instituto Mexicano del Seguro Social en Querétaro.
El Instituto Mexicano para la Competitividad, dio a conocer también un estudio titulado “Mapa del Magisterio Educación Básica en México” en el que se dieron a conocer cifras que muestran la magnitud del daño al erario, así como el impacto de la corrupción y opacidad en detrimento de la calidad educativa.
Es cierto el dinero no lo es todo; pero en la educación la diferencia entre contar con recursos suficientes para equipamiento y gastos educativos eficientemente ejercidos es la diferencia entre un modelo educativo exitoso y uno fracasado.
En México el salario promedio de los maestros es por el orden de los 25 mil pesos; en Querétaro el salario per cápita de los docentes no alcanza los 10 mil pesos; es el segundo más bajo del país, solo por encima de Tlaxcala donde el ingreso es de 9 mil 423 pesos mensuales; pero hay entidades como Veracruz, Zacatecas, Guerrero y el Estado de México en que la cifra se dispara hasta 2.5 veces lo que percibe un maestro en la entidad; muchos gobernadores prefirieron esconder los datos.
Lo anterior se traduce en que más de 91 mil maestros en el país perciben más de 44 mil pesos mensuales; esto les permitiría acceder al ‘decil’ de la población con mayores ingresos; en pocas palabras los pondría entre esa minoría elite del país que puede de acuerdo a la metodología de CONEVAL ser considerado como ricos.
Hay absurdos que lejos de ofendernos nos provocan risa; por ejemplo en Hidalgo fueron identificados 1,440 trabajadores con fecha de nacimiento de 1912 o antes; es decir, que estos centagenarios en plenitud de sus facultades siguen impartiendo clase, incluso 127 de ellos son titulares dentro del programa de Educación Ambiental Sustentable conforme a los registros vigentes en aquel estado.
Pero también 70 trabajadores del magisterio, tienen una percepción superior a la del Presidente de la República, es decir, más de 198 mil pesos mensuales como ingreso; también hay un dato de “A.Ramírez Z.” el cual supero por mucho al titular del Ejecutivo y también al pago de un Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación -cargo público con mayor ingreso hasta antes de lo que indica el estudio del IMCO- al percibir un ingreso superior a los 603 mil pesos.
Quizá esto no tendría nada de malo si fuera acorde a sus competencias profesionales, a su desempeño y resultados, sin embargo, somos por mucho el modelo educativo más caro del mundo y menos eficiente.
Analicemos el caso Querétaro; el Índice de Desempeño Educativo Incluyente (IDEI) muestra en el sistema de educación básica del estado una polarización, por una parte el modelo de primaria en la entidad ocupa el lugar número 25ª ; a su vez el sistema de secundaria ocupa el 2º mejor lugar a nivel nacional.
El IMCO en su estudio revela que en Querétaro hay 9 escuelas fantasma, bajo el concepto “Códigos de Centros de Trabajo” que desvían 1 millón 700 mil pesos mensuales para el pago de 341 personas, que no son ubicables, y que representan presumiblemente una nómina al margen de la legalidad.
Este recurso equivaldría mensualmente a la inversión que hace el estado en 123 niños dentro del nivel de educación básica o a un gasto por el orden de los 56 mil pesos.
De acuerdo a Mexicanos Primero, la entidad tuvo una observación por parte de la Entidad Superior de Fiscalización por el orden de los 237 millones 957 mil 800 de pesos en los ejercicios 2010 y 2011; no establece el IDEI si estas observaciones han sido subsanadas pero presumiblemente no han sido justificadas.
El IDEI se divide en diversos ejes estratégicos como lo son: a) Supervisión, indicador en que el sistema de primaria alcanza la calificación BAJA de acuerdo al estudio, por su parte la secundaria tiene la calificación ALTA; b) Participación; elemento que mide la capacidad de involucramiento de los padres de familia con la escuela; se obtuvo una calificación BAJA tanto en primaria y secundaria; c) Permanencia: Querétaro logra su mejor calificación en primaria con MUY ALTA y es reprobado con MUY BAJA en la secundaria; d) Eficiencia, BAJA en lo que corresponde a la primaria y ESPERADA en el nivel de secundaria; e) Aprendizaje; obtuvo la calificación de BAJA en nivel de primaria y MUY ALTO en secundaria; lo que trae como conclusión que la entidad esta reprobada en el nivel de primaria y a nivel de secundaria bien calificada, sin embargo, en el promedio aprueba de ¡panzazo!
Las preguntas están en el aire.
¿Desde cuándo operan esas escuelas fantasmas que cita el IMCO en la entidad?; fue una herencia del pasado o hubo omisión en el presente y por ende falta de supervisión.
¿Quiénes son los responsables del mal uso de ese recurso?; ¿quiénes se han visto beneficiados por ese concepto? ; ¿qué opinión guarda la sociedad al respecto? Y quizá la más importante; ¿para la entidad -competitiva prácticamente en todos los ámbitos- los resultados arrojados por el IDEI son acordes con la capacidad y potencial de la entidad?