BRICS Pay, el desafió al status quo financiero internacional
El presidente de Brasil, Lula da Silva ha puesto entre sus objetivos la creación de una moneda común entre los países del grupo, lo que significaría uno de los movimientos más agresivos en los mercados internacionales desde la creación del Euro
Las personas que alguna vez han hecho un pago internacional se habrán enfrentado al uso del sistema SWIFT (Society for Worldwide Interbank Financial Telecommunication por sus siglas en inglés), una red que permite las transacciones interbancarias a nivel internacional, y de la que se sirven tanto ciudadanos comunes, como instituciones y gobiernos.
Sin embargo, la hegemonía de este sistema parece que está llegando a su fin, al menos así lo plantea la creación del sistema alternativo BRICS Pay, una red interbancaria entre los países que conforman el BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y que permitiría realizar transacciones interbancarias internacionales sin depender del sistema SWIFT y, por supuesto, del dólar.
Aunque el sistema no debe su existencia a las sanciones impuestas contra Rusia luego de su invasión a Ucrania, entre las que se contempló la exclusión de distintos bancos rusos de la SWIFT, sí podemos pensar que estas restricciones aumentaron el interés por concretar un sistema de transacciones alternativo al menos para Rusia.
Esto a pesar de que en la más reciente reunión de los países que integran el BRICS, Enoch Godongwana, ministro de Finanzas de Sudáfrica, descartara que el BRICS Pay tuviera como objetivo sustituir al SWIFT. Lo cierto es que la posibilidad está latente y será una apuesta fuerte para desdolarizar la economía mundial, objetivo que sin duda persiguen de manera seria tanto China como los rusos.
Más aún, el presidente de Brasil, Lula da Silva ha puesto entre sus objetivos la creación de una moneda común entre los países del grupo, lo que significaría uno de los movimientos más agresivos en los mercados internacionales desde la creación del Euro, con la prerrogativa de que podría sumar entre sus adeptos a todas las economías que disienten con las políticas estadounidenses.
Aunque, claro, llevar a la práctica estas ideas implicaría la creación de un banco central, y ceder el control de la política monetaria individual de estos países. Por el momento, ya se maneja que hasta 160 países estarían interesados en sumarse al sistema BRICS Pay, aunque hay poca información al respecto en los medios occidentales.
México, por la cercanía con Estados Unidos, parece lejano a una iniciativa de esta naturaleza, y al menos hasta el momento, no ha hecho declaraciones sobre un posible abandono del sistema SWIFT. Un nuevo frente, ahora en el ámbito económico, está por comenzar y pronto habrá bandos bien definidos.