Ciudadanos, excluidos del acto conmemorativo de la Constitución
El Jardín Zenea se convirtió en el punto de concentración para aquellos ciudadanos que pretendían continuar con su vida cotidiana,
La ciudadanía fue excluida; la sociedad se vio limitada; nadie podía acercarse; ninguno podía salirse del protocolo; el cerco de seguridad fue rígido e inflexible ante cualquier personaje que amenazara en apariencia con alterar el orden; en síntesis, los representados no fueron partícipes de la conmemoración del 97 aniversario de la Constitución Mexicana.
El Jardín Zenea se convirtió en el punto de concentración para aquellos ciudadanos que pretendían continuar con su vida cotidiana, algunos se tomaron unos minutos para observar y otros tantos aprovecharon el escenario para manifestar su repudio en contra de las reformas constitucionales.
El ruido de los helicópteros volando sobre el primer cuando de la ciudad por momentos ensordecía el andar de la aves; la marcha de los cadetes pretendía distraer la mirada de los manifestantes y las camionetas de lujo ocupaban de estacionamiento, aquellas calles que diario solían ser transitadas por los queretanos.
Cualquier acto con pretensiones de escandalizar el entorno era apagado con estrategias rudimentarias pero efectivas ante la mirada de los funcionarios de alto nivel, y para muestra, estacionaron tres camiones sobre la calle Juárez para que no fueran vistas las personas que se manifestaron previo al inicio del protocolo oficial.
Alrededor de las 11:00 de la mañana llegó un fuerte contingente de granaderos para apoyar a los elementos del Estado Mayor Presidencial con el cerco situado en los límites del Teatro de la República y evitar a toda costa el acceso de manifestantes a la zona.
Finalmente todos empezaron a ingresar al recinto que en un principio parecía insuficiente para albergar a los funcionarios de alto nivel e invitados especiales, sin embargo, una vez cruzado el estricto cerco y adentro del histórico Teatro de la República no era así, pues la parte más alta del inmueble lucía vacía.