Blindar fronteras no evita el efecto “cucaracha”: experto
Ernesto López Portillo consideró que la solución de largo plazo para la situación de violencia que vive Michoacán no es la intervención federal sino el fortalecimiento de la capacidad de gobernar tanto del estado como de los municipios
La acción de “blindar” las fronteras de los estados vecinos a Michoacán es algo ficticio dado que el traslado de delincuentes de un lado a otro, al ser perseguidos, es difícil de evitar consideró este jueves Ernesto López Portillo, director y fundador del Instituto para la Seguridad y la Democracia (Insyde).
En entrevista luego de la firma de un convenio con el ayuntamiento de Querétaro, añadió que el denominado efecto “cucaracha” de la violencia hacia las entidades vecinas es incontrolable.
“No se puede blindar una región, el traslado de delincuentes a otra región cuando son perseguidos es extraordinariamente difícil de evitar, todo esto depende de coordinación y de inteligencia, aquí está el problema: la capacidad de coordinarse los estados de la región“, recalcó.
“Normalmente las instituciones son muy celosas con la información y no confían entre ellas; lo que hay que hacer es actuar rápido, diseminar información rápidamente a todos los policías con los perfiles de quienes están buscando, ejecutar las órdenes de aprensión rápidamente, no sólo sobre las cabezas de las organizaciones, sino sobre los operadores principales de segundo nivel para desarticular a la organización rápidamente y no permitir que se instalen en otros lugares a trabajar“, añadió.
Cabe recordar que en días pasados, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, convocó a una reunión de seguridad a los estados vecinos a Michoacán, entre ellos Querétaro, para acordar medidas de seguridad con el objetivo de que la violencia que se vive en esa entidad se pase a otros estados. Inclusive, las autoridades queretanas han reforzado la seguridad en el municipio de Amealco, que colinda con la entidad michoacana.
López Portillo consideró que la solución de largo plazo para la situación de violencia que vive Michoacán no es la intervención federal sino el fortalecimiento de la capacidad de gobernar tanto del estado como de los municipios.
Sin embargo, indicó que la intervención federal en este momento es acertada pero confió en que esta no provoque que la actuación de las autoridades policiales michoacanas se vea relajada.
El fundador de Insyde aseveró que ese organismo propuso públicamente al gobierno de Michoacán hacer una negociación política que permita a las autodefensas formar parte de la solución, esto es, incorporarse a las instituciones policiales, como una posibilidad o generar un cuerpo rural de policía.
“No puede haber un grupo armado que funcione sin control de la ley, si dejamos que las autodefensas se reproduzcan, al final del día, produce más inseguridad porque tenemos personas armadas sin controles legales, la Constitución dice: nadie se hará justicia por propia mano“, manifestó.
Subrayó qué el Insyde no apoya ninguna iniciativa de justicia por propia mano; sin embargo, añadió que puede entender que ante la ausencia del Estado para proteger el más básico derecho, que es la vida, haya personas que se tiene que defender, pero lo único que significa esto es una fractura de la gobernabilidad y del estado de derecho.
“Las autodefensas no son el problema de origen, las autodefensas son la consecuencia del problema origen, es la ausencia del Estado en su capacidad de proteger a la gente, esto no significa que aceptemos la reproducción de las autodefensas“, enfatizó.