5 de Mayo: La Batalla de Puebla

Después de la Guerra de Reforma el país se encontraba sumergido en una grave crisis económica, por esta razón el Presidente Benito Juárez suspendió temporalmente el pago de las deudas que México tenía con España, Francia y Gran Bretaña, decisión que no gustó para nada a dichas naciones europeas y procedieron a invadir México entre 1861 y 1862. En un esfuerzo por lograr un acuerdo pacífico con las naciones invasoras, el gobierno mexicano redactó los Tratados de Soledad, que fueron firmados por el entonces secretario de Relaciones Exteriores Manuel Doblado, el representante español Juan Prim, el inglés Lord John Russell y el francés Dubois de Saligny.

Tras firmar el tratado en Veracruz, las fuerzas inglesas y españolas emprendieron la retirada, sin embargo el ejército francés avanzó hacia Puebla dando pie al comienzo de la Segunda Intervención Francesa en México. Las filas francesas, que estaban formadas por alrededor de 6,000 soldados y conformaban uno de los ejércitos más poderosos de la época, fueron apoyados por algunos grupos conservadores que se oponían al gobierno de Juárez. Cuando llegaron al estado de Puebla, el 5 de mayo de 1862, el Ejército de Oriente comandado por Ignacio Zaragoza los esperaba. El regimiento de Zaragoza no tenía más de 4,000 hombres y desde luego no contaba con el nivel de armamento que tenía el ejército francés, sin embargo, y contrario a todas las expectativas, consiguió derrotar a las fuerzas invasoras que fallaron en todos sus intentos por tomar los fuertes mexicanos. La derrota del ejército al que se había calificado de invencible, aunada a una fuerte granizada, provocó la retirada del ejército francés. La victoria en Puebla fue comunicada por Ignacio Zaragoza al Presidente Juárez en un comunicado histórico que decía: «hoy las armas nacionales se han cubierto de gloria, la noticia llenó de júbilo a todo el país».

El sufragio femenino en México se permitió a partir de 1947.