El cambio climático y su impacto en la salud
Un indicador claro de ello es el incremento de la temperatura mundial, que ha incrementado casi 1.1 grados desde la era preindustrial
El cambio climático está provocando cambios alarmantes en el planeta y sus efectos se intensificarán si no se realizan acciones inmediatas. Un indicador claro de ello es el incremento de la temperatura mundial, que ha incrementado casi 1.1 grados desde la era preindustrial. Este aumento, que puede superar los 1.5 grados centígrados en las siguientes décadas, está causando una serie de efectos que impactan tanto en los ecosistemas como en la salud de las personas.
Uno de los fenómenos más inquietantes es el aumento del nivel del mar, provocado por el deshielo de los glaciares, que amenaza con provocar inundaciones en los litorales. Además, los eventos meteorológicos como huracanes, sequías, tormentas y olas de calor están dejando de ser fenómenos “atípicos”, cada vez más frecuentes e intensos afectando diversas latitudes del mundo.
El impacto del cambio climático en la salud también es evidente. Por ejemplo, las olas de calor se asocian con un aumento de síntomas como el agotamiento, desmayos, erupciones cutáneas e incluso provocando la muerte. Igualmente, los desastres naturales causados por el calentamiento global, como los huracanes e inundaciones, provocan lesiones y desplazamientos forzados. Las enfermedades virales, como el dengue, el zika, la fiebre amarilla y la encefalitis, se están propagando más rápidamente debido a la adaptación de bacterias e insectos al nuevo clima.
Por otra parte, los efectos colaterales del cambio climático sobre la salud incluyen la inseguridad alimentaria. La disponibilidad de alimentos puede verse afectada por los cambios en los patrones climáticos, lo que puede causar desnutrición. Igualmente, se observan aumentos en los problemas de salud mental, como el estrés y la ansiedad, inducidos por los desplazamientos forzados, las pérdidas económicas y la incertidumbre ambiental. Las enfermedades respiratorias, exacerbadas por la contaminación atmosférica, son otro desafío para la salud pública en las ciudades.
Es crucial implementar estrategias de prevención y resiliencia, ya que las comunidades más vulnerables sufren desproporcionadamente los efectos del cambio climático. Esas estrategias deben incluir la preservación del agua, la inversión en energías sostenibles y políticas que aumenten la capacidad de adaptación a eventos climáticos extremos. Solo mediante estas acciones se puede mitigar el impacto del cambio climático y proteger la salud de las personas, especialmente en las regiones más vulnerables.
Arq. Rodrigo Pantoja Calderón
rpantojac@tec.mx