Los concheros de Querétaro
Quién se olvida de su historia, de sus costumbres, se olvida a sí mismo. En estos días – antier, ayer, hoy mismo – las calles […]
Quién se olvida de su historia, de sus costumbres, se olvida a sí mismo.
En estos días – antier, ayer, hoy mismo – las calles circundantes al Templo de la Santa Cruz, se llenan de danzantes; son los Concheros de Querétaro que las inundan con el ruido de sus tambores y chirimías, con sus vistosos penachos y su incansable danzar.
Y es que, de todas las fiestas, esta es la mayor y más importante, que mezcla catolicismo y costumbres prehispánicas.
Y esas mismas calles se llenan de puestos de comida, de queretanos y de turistas que van a admirar estas danzas.
Sus vistosos penachos forman parte importante de esta tradición; y son sinónimo de paciencia, inversión y orgullo. Su orgullo de ser mexicano.
Los grupos de danzantes tomar sus nombres de los barrios queretanos de donde proceden; del Barrio de San Francisquito, del Barrio de El Tepetate o bien, de los apellidos de las familias que tienen un líder, que suele ser el mayor de la casa por tener mayor
autoridad.
Esta festividad tiene el propósito de venerar la Santa Cruz, como máximo símbolo del cristianismo católico.
También y a la par, busca que estas familias, donde danzan mujeres, hombres y niños, sean un tributo a su pasado prehispánico. Es una tradición que se hereda de padres a hijos, a nietos.
Y todos los grupos lo hacen con profundo respeto y veneración. Inician con un saludo y canto a los cuatro puntos cardinales. Estos son los cuatro lugares en donde los concheros van a realizar su danza, su conquista y a demostrar su fe en la cruz.
Hoy, 14 de septiembre, es el día principal, porque se lleva a cabo la exaltación de la Santa Cruz en Querétaro, razón central de la tradicional danza y fiesta de los concheros.
Y hoy todos van con sus mejores atavíos, que los enorgullece ante sus conciudadanos, ante las decenas de turistas que aquí acuden.
La existencia de la tradición de los concheros es algo vivo, dinámico y que está como un perenne recuerdo de lo que hemos sido, de lo que seguiremos siendo en los años por venir y porque, representados en ellos, nuestros rasgos mestizos permanecen imborrables.
Y los grupos tienen rangos cuasi militares, desde capitanes, soldados y regidores.
Aquí en Querétaro y en sus distintos barrios, su origen se remonta hacia el siglo XVIII, con el fenómeno de las cofradías religiosas y de indios que se dieron por estas fechas. En sus cantos, en sus ruidos, predominan los instrumentos de cuerda, principalmente
la guitarra conchera, pero también las sonajas.
El vistoso plumaje es de plumas de avestruz, de pavo real – que son las más caras y vistosas – se medió cubren con una capa o casulla y las mujeres con una falda por lo regular muy vistosa y bordada con motivo prehispánicos. Suelen llevar guaraches y muchos
de ellos los hacen con los pies descalzaos.
Los concheros de Querétaro, son herederos de una larga tradición católica, prehispánica, que por ningún motivo se debe perder.
Es parte de nuestra esencia de mexicano y son, todos estos grupos, orgullo de nuestra queretaneidad.
Andrés González
Periodista de toda la vida, egresado de la escuela Carlos Septién García, catedrático en la Universidad de Guanajuato, analista político en radio y prensa escrita, además de Premio Estatal de Periodismo en el 2000.