La noche de un día difícil

Gran parte de lo sucedido ayer, empezó a fraguarse la tarde noche del jueves, sobre todo cuando trascendió quién sería el nuevo Fiscal.

Recordemos que al interior de la LX Legislatura hay diputados de Morena.

Y con el uso de las redes sociales, ya no hacen falta reuniones ni acuerdos presenciales.

Se supo desde esa tarde noche aciaga, que el nombre del nuevo Fiscal era Víctor de Jesús Hernández, cercano al Lic. Juan Martín Granados y a quién el mismo Santiago Nieto cuando andaba en campaña para el senado, lo tachó como uno de los hermanos “Macana”.

Y de ahí partió todo.

Desde temprano – y después de los acuerdos entre los Morenos la tarde noche del jueves – se comenzaron a reunir al pie de la subida al Centro de Congresos y Convenciones, donde se había montado un retén de la Policía Estatal para resguardar la “sede alterna”
del Congreso, tomada desde el pasado lunes, precisamente por un grupo de simpatizantes de Morena.

Se designaría ayer al nuevo Fiscal.

Cuando iban a dar las nueve de la mañana, el retén fue rebasado en número; los vehículos primero y después la gente, los coparon. Y sí, efectivamente no pasaron los vehículos, pero no pudieron contener a las personas.

Y caminaron cuesta arriba tomados del brazo. Iban ahí – entre otros muchos, más de cincuenta personas – el senador Gilberto Herrera, que se medio defendía del sol con un sombrero; el doctor Santiago Nieto Castillo, que vestía traje oscuro sin corbata; el petista Ulises Gómez de la Rosa; Luis Humberto Fernández, virtual diputado federal; Rufina Benítez Estrada, presidenta del CEE de Morena; el Lic. Arturo Maximiliano García, diputado virtual electo; Sinuhé Piedragil Ortiz, también en la antesala de la diputación local; así como el C.P. Carlos Rentería, candidato que fuera por el PT al senado.

Con esto, es que la lucha postelectoral toma rumbos desconocidos; tampoco puede restringirse al triste papel de la lucha contra los abusos o las injusticias; el camino debe ser el que marca la ley, no la fuerza ni la violencia de las calles, así hagan valer todos los derechos que quieran. Nada más no es por ahí, cuando se suprime el diálogo y los acuerdos.

“El proceso electoral ya pasó” había dicho Claudia Sheinbaum aquella aciaga mañana del abucheo al gobernador queretano. Lo que no debe pasar es el derecho de los ciudadanos a vivir en paz.

Que esto no se convierta en pasiones de maniqueos, en donde los malos son muy malos y los buenos son muy buenos, sin pasar por puntos intermedios.

Si bien en los estados – y por lo que se ve- la historia electoral está cambiando cada seis años, lo deseable es que este trance no se vuelva violento. Antes que la violencia o conatos de violencia, está el diálogo, no la fuerza ni los empujones. Las mañas partidistas no se hurtan, se heredan. Y ya lo vimos ayer.

La subida al CGC en lugar de calmar y reflexionar los ánimos, los atizó. Cuando el grupo llegó a las puertas del Teatro Metropolitano, comenzaron los jaloneos, los empujones y los gritos.

Ahí estaba otro retén, que impedía el libre acceso al Metropolitano.

“Empujen cabrones…somos pueblo” gritaba uno de los que habían llegado. “Van a reventar el vidrio” se oía en voz de otra persona.

Ahí y confundido entre la bola de manifestantes, estaba el Lic. Erik Gudiño, subsecretario de Gobierno. “No se empujen por favor, va a entrar una Comisión”. “Somos pueblo, queremos entrar todos” le rebaten. Erik si fue golpeado, estando recién operado. En la bola no se supo por quién. Los ánimos se caldean. “Abran la puerta” era el grito que crecía. O bien otro que no requería de mucha creatividad “El que no brinque es panista”. Y el reclamo seguía a boca de jarro para Erik: “La legislatura está legislando de manera oculta”, le gritaban a boca de jarro.

Se habría y sobre la marcha, una auténtica guerra de trincheras.

En uno de los muchos videos que circulan, se le ve al senador Gilberto Herrera ser empujado por uno de sus compañeros y se pega con la puerta. Nunca fue golpeado por la policía estatal. Minutos después, el senador mostraba una pequeña herida en su brazo izquierda. “Aquí, miren, me golpeó la policía”, dijo a la prensa.

Adentro y en la sesión del Congreso, también se elegía los siete nuevos magistrados que integran el Tribunal Superior de Justicia.

Cuando este grupo de manifestantes ya iba de salida y a unos cuantos paso todavía del Metropolitano, es increpado Santiago Nieto por un grupo se detractores de Juan José Jiménez, “corrupto, parásito…diputado – le gritan – no se te olvide que eres de Morena.
Y la traición se paga”. Todo esto lo escuchó también el diputado priista Paul Ospital, que estaba a unos cuantos pasos de JJ. Y es que este diputado, por el voto a favor del aquel préstamo para la obra del Paseo 5 de Febrero, liquidó su carrera política. Ahí también con ellos, el Dr. Santiago Nieto. Y contra él también van: “¿Los vas a defender? ¿Así vas a construir con el gobernador, como dijiste? Santiago ya no contestó ni dijo nada.

Ya después en una entrevista a un medio “amigo”, dijo que, por el momento, “no hay canales de comunicación” para pedir desde ahí, un dialogo con Mauricio Kuri.

A esa misma hora, cuando arriba ya todo había acabado, tanto el CEE de Morena, como el CDE del PAN, dan sus puntos de vista, defendiendo cada uno su parcela.

Todo esto tendrá, júrelo usted, desenlaces de ambas partes.