Desinformación, un lastre para el voto y la democracia en México
Una encuesta internacional revelo que los países de Latinoamérica son los más propensos a difundir y creer en fake news
En los últimos años, las autoridades electorales han dedicado una parte importante de sus esfuerzos a combatir la desinformación del electorado durante los procesos de elección, lo cual tiene como objetivo fortalecer la democracia al emitirse un voto más consciente y analizado.
El desafío no es pequeño, pues, aunque un 55.8% de población mexicana se dice interesada en los asuntos públicos del país, de acuerdo con datos del Inegi, el resto (44.2%) desestima la relevancia de informarse sobre los temas que definirán el rumbo de la nación en la que habitan.
Si a la falta de interés de una parte de la población sumamos otros factores, como el bombardeo de fake news, y la falta de información que brindan los candidatos, tenemos como resultado un problema real a la hora de concretar un voto informado.
Fake news, una razón de peso para repensar la información
Las noticias falsas han encontrado en interntet, las redes sociales y las apps de mensajería instantánea un nicho que les ha permitido florecer en los últimos años, convirtiéndose en un factor de peso en el desarrollo de la vida pública de las sociedades, y, por ende, en los procesos electorales. Para dimensionar el potencial del problema, basta revisar algunas estadísticas.
En 2022, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) , había 93.1 millones de usuarios de Internet, es decir, el 78.6% de la población de 6 años o más. De estos, el grupo de edad que más usa internet es el ubicado en el rango de 18 a 24 años, seguido del de 25 a 34 años y del de 35 a 44 años. Es decir, las generaciones más jóvenes del país.
En México, aunque la televisión sigue ocupando el primer lugar en consumo de noticias, las redes sociales se han posicionado como la segunda opción de los consumidores, como lo muestra una encuesta realizada por YouGov, donde el 43.2% de los encuestados refirió haberse informado a través de redes sociales, frente al 51.6% que lo hizo a través de la televisión.
Sin embargo, la información en redes no siempre es la más confiable, por ejemplo, en pandemia, el 83 por ciento de las personas consultadas, en una encuesta de la Universidad Nacional Autónoma de México, recibió información falsa sobre el SARS-CoV-2, a través de redes sociales e Internet, principalmente en Facebook y WhatsApp.
Lo anterior concuerda con los datos de Estatista en una investigación hecha a nivel mundial, que muestra que COVID-19 y Política fueron los temas más recurrentes en fake news, y América Latina fue la región más susceptible para propagación de contenido falso, el cual tiene como objetivo confundir, tergiversar e influir en las decisiones de las personas.
En México ya se han hecho esfuerzos para combatir esta información en tiempo electorales, por ejemplo, la iniciativa de “Verificado”, plataforma en la que participan periodistas especializadas para identificar la validez de la información que circula en la red de redes. Otra plataforma fue la “El Sabueso”, impulsada por Animal Político, especializada también en la identificación de noticias falsas, todo con el objetivo de evitar la desinformación durante el proceso electoral.
Por su parte, las autoridades electorales a nivel nacional, como el INE, y los organismos locales, han desplegado en los procesos electorales campañas para alertar a la población y exhortarla a que se informe solo a través de medios oficiales, así como no creer en información de origen desconocido.
Candidatos “desconocidos”
Un problema que acentúa lo anterior es la poca información y sus propuestas, lo que también impide la consolidación de un voto informado.
Así lo demuestran los datos de la encuesta “Votaciones 2021. Valoración de los mexicanos sobre el proceso electoral” del Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México. Tan solo el 37% de los encuestados dijo conocer las propuestas de los candidatos, mientras que el 34% aseguró conocer el trabajo previo del candidato, mismo porcentaje (34%) señala que los candidatos platican con la población.
Las cifras reflejan el bajo conocimiento que tiene la población de los candidatos y su propuesta política, y que, generalmente, sus estrategias de comunicación están enfocadas en difundir sus rostros, más que el proyecto político que pretenden impulsar.
Y es que es esto último lo que se encargan de medir la mayor parte de las casas encuestadoras durante los procesos electorales, dejando de lado las iniciativas que posicionará el candidato en su hipotético gobierno. Sin estos elementos, es más probable que los ciudadanos sigan emitiendo votos porque el candidato o candidata es atractivo o atractiva en vez de que lo hagan por sus propuestas, por citar un ejemplo.
2024, elecciones históricas
Este año, las elecciones serán históricas, pues más de 100 millones de mexicanos tendrán la capacidad de ejercer su voto, pues cuentan con credencial de elector vigente, de acuerdo con el Instituto Nacional Electoral.
Tomando como referencia el abstencionismo en las últimas elecciones presidenciales (2018), que fue de casi 37%, estaríamos esperando una participación de casi 63 millones de votantes, una cifra sin precedentes en nuestro país.
Por ello, es fundamental que haya colaboración entre instituciones, organizaciones y sociedad a fin de contrarrestar la desinformación. También exige un esfuerzo de los candidatos, para privilegiar las propuestas por encima de la descalificación y la guerra sucia. Finalmente, también se requiere que la ciudadanía emita su voto de manera razonada y se interese por conocer las propuestas de los candidatos, siempre primando el interés general.
Diana Cardona
Editora matutina
Licenciada en Periodismo y Comunicación, egresada de la Universidad Autónoma de Querétaro. Editora de contenidos y colaboradora de campañas políticas, con experiencia en cobertura de espectáculos.