Arturo Anaya, la otra versión
Siempre hay otra versión de los hechos, hablando de algunos casos de desaparición en los que todo resultó ser la mediatización de verdades a medias.
Lo que algunos casos de desaparición han dejado como lección en Querétaro es que siempre hay otra versión de los hechos, por ejemplo, el caso de Alfredo Kevin, donde su mamá hizo un revuelo en redes sociales por su supuesta desaparición; días más tarde se sabría que el joven había huido por abusos y malos tratos por parte de su madre y padrastro.
O el caso de Luz Angélica, quien supuestamente habría desaparecido en Amealco en compañía de su hijo de cuatro años y de su amigo Miguel Ángel; casi un año después, tras el escándalo hecho por su familia en redes sociales, la Fiscalía queretana los trajo de vuelta al estado, tras ubicarlos viviendo en otra entidad, y con un nuevo hijo, producto de su relación con Miguel Ángel. Habían “desaparecido” por su propia voluntad.
El caso más reciente es el de Arturo Anaya, en el que de nueva cuenta un caso de desaparición se vuelve mediático por el uso de redes sociales, pero que, de acuerdo con fuentes cercanas al caso, solo se trata de un problema familiar: Arturo habría sido ingresado a una clínica de desintoxicación debido a algunos problemas de consumo de sustancias.
De esto tendrían conocimiento tanto su suegra, como sus hijos, sin embargo, han optado por el escándalo en redes a fin de apuntalar sus propios intereses; esto, sin importar la alarma social que genera los falsos reportes de personas desaparecidas. ¿Habrá alguna sanción por parte de las autoridades por falsedad de declaraciones?
