Rectora imparte conferencia magistral “SARS-CoV-2: Universidades mexicanas y desarrollo científico”.
Teresa García Gasca informó que esperan que su vacuna pase a fase tres el próximo año y sea utilizada como las vacunas que actualmente nos estamos aplicando.
La rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro (UAQ), Teresa García Gasca impartió la conferencia magistral “SARS-CoV-2: Universidades mexicanas y desarrollo científico”, la cual se desarrolló dentro del sexto Encuentro Nacional de Nutrición y QFBT “La salud en tiempos de COVID”, organizado por la Universidad del Valle de México (UVM).
Durante la ponencia -vía virtual- la Rectora resumió parte de la investigación que la Universidad realiza para la generación de la vacuna QUIVAX 17.4, la cual, dijo, tiene el propósito de combatir la enfermedad COVID-19 y que consiste en una vacuna quimérica que se construye a partir de la proteína de la espícula del virus SARS-CoV-2.
“Desde marzo de 2020 nuestra Universidad arrancó diferentes estrategias para aportar conocimiento y soluciones ante una pandemia desconocida; entonces desarrollamos pruebas para la detección del virus, montamos pruebas para detectar el virus, y decidimos también desarrollar una prueba para detectar anticuerpos, la cual estamos actualmente utilizando, así como el desarrollar una vacuna”, comentó.
Señaló que dicho proyecto es liderado por Juan Joel Mosqueda Gualito, y se desarrolla en el Laboratorio de Investigación en Inmunología y Vacunas (LINVAS) de la Facultad de Ciencias Naturales (FCN) de la UAQ.
“México debe de tener su propia vacuna para beneficio de la población mexicana, cubrir las necesidades propias y solamente lo logrará generando vacunas propias”, destacó.
En este sentido, la académica explicó que el mecanismo de acción de la proteína está conformado por seis péptidos inmunogénicos; la producción de la proteína quimérica, detalló, se realiza en un sistema de expresión recombinante.
“Hoy nuestra vacuna contiene una secuencia de la proteína obtenida de la cepa original y seis secuencias de diferentes cepas, de diferentes variantes, de tal suerte que lo que estamos probando, es que realmente tengamos efectos protectores contra estas variantes y nos permita tener una vacuna con más eficacia”, destacó.
Explicó que en una fase preclínica, se inició el protocolo de vacunación en cabras, ovejas, conejos y cerdo. Posteriormente se aplicó en caprinos en cuatro grupos de cinco animales; con tres dosis diferentes: 30, 60 y 100 microgramos; en cual, se aplicaron dos dosis subcutáneas en un lapso de tres semanas.
Al finalizar esta fase, detalló, se llevó a cabo la evaluación de seguridad en los animales vacunados, misma que consistió en la revisión del estado general de los especímenes: actitud o postura, comportamiento, condición corporal, aspecto clínico, temperatura corporal, reactividad de linfonodos regionales, enzimas hepáticas y hemograma completo.
De esta revisión, puntualizó García Gasca, se encontró que la vacuna es segura en cabras, ovinos y cerdos, pues no causa fiebre, daño ni molestias anormales en los animales vacunados; además de que es inmunogénica, ya que que genera anticuerpos específicos en los animales vacunados.
“Nosotros estamos demostrando que nuestra proteína ya es capaz de generar anticuerpos protectores en contra de las diferentes variantes, un resultado importante que nos ayuda a seguir adelante. Estamos actualmente por repetir los ensayos en laboratorios certificados; esperamos que nuestra vacuna pase a fase tres el próximo año y sea utilizada como las vacunas que actualmente nos estamos aplicando ”, comentó.