Pueblos indígenas, entre los grupos más golpeados por la pandemia, dice la ONU
De acuerdo con el organismo internacional, los pueblos indígenas fueron particularmente afectados por las consecuencias económicas de la pandemia
La pandemia por COVID-19 ha exacerbado muchas desigualdades existentes, afectando a poblaciones de todo el mundo que ya sufrían pobreza, enfermedad, discriminación, inestabilidad institucional o inseguridad financiera, situación que se vuelve mucho más evidente en el caso de los pueblos indígenas, consideró la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en el día Internacional de los Pueblos Indígenas, que se conmemora este 9 de agosto.
La ONU informó que actualmente hay más de 476 millones de pueblos indígenas que viven en 90 países de todo el mundo, lo que representa el 6.2 por ciento de la población mundial.
Por su parte, para la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la pandemia de COVID-19 y sus consecuencias sociales y económicas están alterando drásticamente la trayectoria hacia el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para las más de 476 millones de personas pertenecientes a pueblos indígenas del mundo.
“La combinación de una marginación centenaria y un conjunto de distintas vulnerabilidades socioeconómicas, sanitarias y ambientales en el contexto de la COVID-19 exponen a los pueblos indígenas y tribales a los efectos particularmente graves de la crisis actual.” , enfatizó la OIT en su informe “La COVID-19 y el mundo del trabajo: Un enfoque en los pueblos indígenas y tribales“.
De acuerdo con estas organizaciones, más del 86 por ciento de las personas indígenas de todo el mundo, en comparación con el 66 por ciento de sus homólogos no indígenas, trabajan en la economía informal.
Además, tienen casi tres veces más probabilidades de vivir en condiciones de extrema pobreza que sus homólogos no indígenas.
Aunado a esto, el 47 por ciento de todas las personas indígenas que trabajan no tienen estudios, frente al 17 por ciento de sus homólogos no indígenas. Esta brecha es aún mayor en el caso de las mujeres.
Según el informe de la OIT, los pueblos indígenas se enfrentan a importantes obstáculos en el desempeño de sus ocupaciones tradicionales y en acceder a oportunidades de trabajo decente, a la educación y a la protección social, una situación que se ve agravada por la pandemia del COVID-19.
Ante estas situaciones, la OIT enfatiza en que se establezcan medidas urgentes y continuadas para garantizar su acceso al trabajo decente y la protección social, como parte del desarrollo de la respuesta a la COVID-19 y la recuperación.
“Las instituciones estatales para la participación y consulta de los pueblos indígenas y tribales son esenciales para construir vías hacia una resiliencia y un desarrollo sostenible que no dejen a nadie atrás“, refirió.
Por su parte, la ONU, subrayó la importancia de crear un nuevo contrato social, acuerdo no escrito que las sociedades hacen para cooperar por beneficios sociales y económicos, que se base en una auténtica participación y asociación que fomente la igualdad de oportunidades y respete los derechos, la dignidad y las libertades de todos.
“En muchos países, donde los pueblos indígenas fueron expulsados de sus tierras, sus culturas e idiomas denigrados y sus gentes marginadas de las actividades políticas y económicas, estos nunca fueron incluidos en ningún contrato social. El contrato social se hizo entre las poblaciones dominantes.“, apuntó.
Desde el 23 de diciembre de 1994, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció como el 9 de agosto de cada año, el Día Internacional de los Pueblos Indígenas del Mundo, con la finalidad de reconocer el valor y la diversidad de las culturas y formas de organización social de las poblaciones indígenas del mundo.
Así como ser consciente de la necesidad de mejorar la situación económica, social y cultural de las poblaciones indígenas respetando plenamente sus características distintivas y sus propias iniciativas.