Tras visita de Tatiana Clouthier a Washington, aún quedan temas pendientes de resolver

Tras la visita de la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, a Washington, D.C para alcanzar acuerdos en el tema de la industria automotriz y el sector agropecuario, aún quedan temas pendientes cuya resolución es urgente para el desarrollo económico del país.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) se dio a la tarea de hacer una evaluación de lo acordado el pasado viernes 23 de julio y emitió una serie de puntos que quedaron pendientes a la Secretaría.

A groso modo, la reunión en el país vecino fue para tratar asuntos como las investigaciones sobre estacionalidad en productos agropecuarios y la implementación de la reforma laboral en México; así como para discutir las reglas de origen aplicadas al sector automotriz de la región.

Sin embargo, fue en el último tema donde no se alcanzó un consenso con el gobierno estadounidense, por lo que se acordó continuar con los diálogos para buscar un terreno común.

Para México, el desarrollo de la industria automotriz es un pilar de la economía sobre todo en los estados que componen la zona del Bajío.

En caso de no alcanzar una interpretación uniforme entre los tres países -México, Estados Unidos y Canadá- el conflicto puede generar incertidumbre en el sector automotriz de la región y podría escalar hasta convertirse en una disputa comercial que se resolvería por medio de los mecanismos de solución de diferencias contemplados en el T-MEC.

El T-MEC establece reglas más estrictas para el sector automotriz que las contempladas en el TLCAN. En concreto el punto de disputa se centra en que cómo parte de estas nuevas reglas, un requisito para que puedan acceder a un trato libre de aranceles es que, además del 75 por ciento de valor de contenido regional del producto final; las autopartes esenciales también deben ser consideradas originarias. Entre las que se incluyen motores, transmisiones, carrocería y chasís, y sistemas de suspensión, entre otras.

En este aspecto, México y Canadá coinciden en que, una vez que una autoparte esencial es considerada originaria su valor regional, al incorporarse a la suma total del Valor de Contenido Regional (VCR) del automóvil debe ser de 100 por ciento. En contraste, Estados Unidos interpreta que, aún cuando una autoparte esencial haya cumplido con las características necesarias para calificar como parte originaria, su valor regional al incorporarse al VCR total del vehículo no debe ser 100 por ciento, sino el porcentaje de valor regional que le permitió cumplir con los requisitos de parte originaria, el cual puede rondar entre 75 y 100 por ciento.

Lo anterior implicaría mayores costos para los productores automotrices de Norteamérica, ya que se ven obligados a reducir su dependencia en insumos no originarios de la región para cumplir con mayores proporciones de VCR.

Además del tema automotriz, persiste el asunto crítico del ambiente de certidumbre en el sector energético de mexicano. Esta situación podría derivar en un conflicto mayor para la implementación del T-MEC y la integración de los sectores productivos de la región, al poner en riesgo la competencia y la apertura del sector.

Cabe señalar que la postura de México en cuanto al tema energético es contraria a la de Estados Unidos y Canadá, quienes abogan por un sector cada vez más abierto y concentrado en energías limpias.