Quien entra Papa, sale Cardenal
La sorpresiva, inédita y actual dimisión de SS Benedicto XVI deja atrás un tabú, al ser el cuarto pontífice en dejar el encargo, cosa no […]
La sorpresiva, inédita y actual dimisión de SS Benedicto XVI deja atrás un tabú, al ser el cuarto pontífice en dejar el encargo, cosa no vista desde la edad media cuando Gregorio XII en 1415 hizo lo propio.
La renuncia de un Papa en nuestra época está recogida en el actual Código de Derecho Canónico, promulgado por Juan Pablo II en 1983, en el capítulo “Del Romano Pontífice y del Colegio Episcopal” (Parte II, Sección I), canon 332, párrafo 2.
Joseph Ratzinger no quiso ser Papa, pero su posición institucional le hizo aceptar el encargo pese a su timidez, quizá confiando en su sapiencia teológica y su gran capacidad de interlocución independientemente de su estilo conservador; pero ahora la edad, enfermedad y a lo mejor la presión propia del pontificado le llevaron a tomar senda decisión, igualmente debemos sumar la presión por los escándalos en el Vaticano como en la Iglesia y lo expuesto en el caso Vaticanleaks, que reflejan una crisis institucional de la cual sabrán de sortear como así se ha hecho en casi 2000 años.
Los temas de hoy como la abolición del celibato, al acceso de la mujer al sacerdocio y los de orden sexual, habrán de esperar semanas más.
Seguramente será objeto de críticas y elogios por lo no hecho como por sus aciertos, al fin y al cabo es un ser humano como todos, no es un semi Dios.
La Constitución Universi Dominici Gregis, algo así como la ley electoral desde el 1 de marzo marca la regla de actuación a seguir en tanto se designa en nuevo cónclave al sucesor de Benedicto XVI: Nihil innovetur.
Ello significa que el gobierno queda en manos del Colegio Cardenalicio, pero solamente para trámite de lo ordinario, no hay actividad legislativa ni de trascendencia, es decir, los asuntos reservados al Papa quedan pendientes hasta la designación del nuevo Vicario de Cristo. Se habla de dos corrientes, la representada por Sodano y por Bertone, y la suma de otros papabiles. No sé quién pueda ser electo, pero seguramente será europeo y probablemente italiano, pero ante tanta sorpresa, ya todo es posible. No se olvide, que todo aquél que llega con protagonismo de Papabile, saldrá igual: como Cardenal.
De algo estoy cierto, que Joseph Ratzinger ha dado una cátedra, sí, en efecto, saber ejercer un derecho fundamental: vivir con dignidad la vejez.