¿Cuáles son las secuelas que deja el COVID-19?
El coronavirus deja secuelas muy variadas en cada paciente que lo padece, y estas dependen, en su mayoría, de la gravedad con la que la enfermedad atacó al cuerpo.
Si te contagiaste de COVID-19 y superaste la enfermedad, no es momento para echar campanas al vuelo. Desafortunadamente, el virus suele dejar secuelas muy variadas, por lo que debes seguir las recomendaciones médicas para evitar malestares permanentes.
El proceso de recuperación tras vencer al COVID-19 depende, en buena medida, de la gravedad de la enfermedad en el paciente —es decir, si se presentó de forma leve, moderada o severa— y de la atención médica que recibió.
- Casos asintomáticos:
Algunos de los pacientes asintomáticos pueden presentar ligeros cuadros inflamatorios en el pulmón. Si sospechas que ya tuviste la enfermedad, o lo comprobaste mediante una prueba de anticuerpos, lo deseable es que acudas con un neumólogo para que te realice un chequeo general.
- Casos leves:
Se sabe que, aproximadamente, el 80% de los pacientes con COVID-19 presentan síntomas leves. Si tus molestias fueron mínimas y te recuperaste en casa, es probable que experimentes cansancio, tos y falta de aliento, sensaciones que pueden prolongarse por varios días o incluso semanas. En estos casos, lo recomendable es dar seguimiento con tu médico especialista para identificar y tratar posibles complicaciones asociadas al COVID-19.
- Casos moderados a graves:
Si la enfermedad requirió de hospitalización, es muy importante que acudas con tu médico especialista para identificar posibles secuelas pulmonares ya que, de no hacerlo, dichas secuelas pueden convertirse en malestares permanentes.
Si bien todavía no hay mucha literatura científica al respecto, se cree que alrededor de un tercio de los pacientes hospitalizados por COVID-19 presentará alteraciones fibróticas pulmonares como cicatrices y engrosamiento de los tejidos, lo que a la larga impide el correcto funcionamiento de los pulmones.
- Casos críticos:
Si el paciente tuvo que ser ingresado a una Unidad de Cuidados Intensivos y estuvo en ella de forma prolongada y con múltiples complicaciones asociadas, su recuperación debe darse mediante un tratamiento integral de terapia física. Este tratamiento multidisciplinario incluye un programa de rehabilitación física y nutrición clínica, con el objetivo de recuperar la fuerza muscular perdida a causa de la inmovilidad y para recuperar la pérdida proteico-calórica del organismo.
Lo venciste, pero puedes seguir contagiando:
Es muy importante saber que, aun cuando ya no se presenten síntomas desde hace algunos días, los paciente en recuperación todavía pueden infectar a terceros. Existe evidencia de que una persona que no ha tenido síntomas de la enfermedad hasta por 72 horas continúa expulsando el virus a través de las gotitas respiratorias.
Por esta razón, es fundamental que los pacientes recuperados continúen usando cubrebocas en lugares públicos o incluso estando en casa, si es que la comparte con más personas. También se deben desinfectar las superficies de las áreas de uso común como perillas, llaves, manijas, etcétera, y lavarse las manos con mucha frecuencia.