La Delegación Centro Histórico

La casi cinco veces centenaria Ciudad de Santiago de Querétaro, convertida hoy en uno de los destinos más visitados del interior del país, joya del […]

La casi cinco veces centenaria Ciudad de Santiago de Querétaro, convertida hoy en uno de los destinos más visitados del interior del país, joya del barroco universal y Patrimonio de la Humanidad, se ha convertido – por ello – en todo un reto: su conservación, su mejoramiento, su cuidado.
Es su Centro Histórico el lugar que ahora mismo vemos que ha tomado nueva vida; llenos sus andadores de gente casi a diario, pero que se acentúa los fines de semana; gente que camina y recorre con paciencia sus adoquinadas calles; que va tranquila a gozar de los atardeceres queretanos en sus restaurantes y cafés; centro que, sin embargo, no se encuentra ajeno al hostigamiento de los llamados antros.
El Centro Histórico es una mezcla de rancias familias queretanas, de abolengo, pero igualmente de una cada vez más numerosa población flotante que viene a trabajar – la burocracia – a atender sus negocios y que son quienes reciben a los cientos y miles de turistas que nos visitan, particularmente en los días de asueto, en los llamados “puentes” por alguna festividad.
Aquí, con los años encima, se encuentran ubicados los famosos “once barrios” de esta capital: San Francisquito, Santa Ana, La Piedad, San Gabriel, San Roque, El Tepe, La Trinidad, La Cruz, El Cerrito, San Sebastián y Santa Rosa, conformados con gente que ama sus tradiciones, sus festividades, sus costumbres. Aquí vive lo más queretano de Querétaro.
Y forman el corazón de la ciudad, de esta cosmopolita capital del Estado.
Pero la Delegación Centro Histórico está compuesta en total por 139 colonias, circundadas por la Autopista México-Querétaro, la “5 de Febrero” y Bernardo Quintana, avenidas que, con el mayor de los tránsitos vehiculares que se registren en la capital, la cobijan, la delimitan pero igualmente la acosan.
Y es que de cualesquiera de estas transitadas avenidas, cientos de vehículos se descuelgan hacia sus céntricas y angostas calles, cuyo trazo se remonta hacia los tres o cuatro siglos que nos han precedido.
A fuerza de una tenaz defensa de muchos años – y que continúa – este Centro Histórico se mantiene casi intacto, tal y como se veía en el siglo XX o en los siglos XVIII y XIX. Conserva sus casonas de cantera, mantiene casi intacta la belleza de sus templos, los atrios de sus casas. Y toda esa zona ha resistido no solo el paso de los años, sino el acoso del modernismo.
En el trienio pasado, hubo inclusive un intento de “modernizar” la calle de Ezequiel Montes, a la que le intentaron cambiar sus adoquines de cantera.
Y es que toda esta zona tiene como norma la utilización de cantera rosa que proviene precisamente de la zona de La Cañada, que tiene un color rosa intenso. Y de este lugar se sigue trayendo, como hace cien o más años, la mayor parte de la cantera y de la loseta que tienen las calles del Centro Histórico de Querétaro.
Pero el mantenerlas y mejorarlas, se ha convertido en un oneroso gasto para las autoridades municipales, delegacionales. El metro cuadrado de cantera tiene un costo a razón de 1,500 pesos. Y en las últimos días, las cuadrillas de mantenimiento – el programa se llama “Puliendo nuestra joyas” – le está devolviendo la funcionalidad y belleza que siempre le ha distinguido.
Pero esto significa igualmente cuidar banquetas, que por lo regular son también de cantera, proporcionar los necesarios ascensos para minusválidos y salvarlo – limpiarlo – de las dañinas manos del grafitero, que tanto afean los muros de esta centenaria ciudad.
Y si bien al grafiti, considerado como un arte se le han otorgado espacios especiales para su expresión, existen por diversos puntos del Centro Histórico los llamados “toques” que son pequeñas marcas puestas por lo general y lamentablemente en la cantera de las casas, en la cantera de las calles, en edificios públicos y hasta en las paredes de las iglesias y que sirven para delimitar territorios de pandillas o bien son utilizadas en clave para señalar casas o negocios que están solos y por lo tanto, susceptibles para ser robados.
Toda esta riqueza arquitectónica, construida a lo largo de muchos años, representa a diario el compromiso de todos por salvaguardarla.
“Suertudo, vives en Querétaro”.
Andrés González
Periodista de toda la vida, egresado de la escuela Carlos Septién García, catedrático en la Universidad de Guanajuato, analista político en radio y prensa escrita, además de Premio Estatal de Periodismo en el 2000.