Del ’68 a Ayotzinapa: un legado de movilización y protesta
Raúl Martínez Merling, sociólogo e investigador, consideró que sin el movimiento del 68 no se podría explicar la llegada de la izquierda a la presidencia de México
El movimiento estudiantil de 1968 sigue “más vigente que nunca”, pues desde que inició generó una oleada que confluye con el triunfo de Andrés Manuel López Obrador para llegar a la presidencia de la República, consideró Raúl Martínez Merling, sociólogo e investigador social.
Explicó que el movimiento del 68 dejó tres precedentes históricos: el primero fue la apertura de la conciencia social, el segundo, una revolución cultural y el tercero, que el Estado aprendió a utilizar la reprensión:
El especialista agregó que esa oleada que aportaron los jóvenes del 68 caminó hasta nuestros días, pasó por muchos conflictos y movilizaciones, pero se aprendió que tomar la calle era un indicador para protestar y esos movimientos continuaron hasta que la izquierda llegó al poder.
No obstante, reconoció que el actual gobierno ha avanzado, pues aunque ha hecho acciones en el combate a la corrupción, todavía hay muchas personas en el gobierno que se formaron en el régimen anterior.
¿Ayotzinapa nuevo 68?
Por otro lado, al ser cuestionado sobre si las protestas por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa podrían convertirse en un movimiento similar, consideró que sí, pues desde el 68 no se dejaron de reprimir los movimientos sociales.
“Se enlaza obviamente, estamos hablando del Estado que reprime y que ese Estado del pasado consideró siempre como enemigo a los estudiantes, cuando los estudiantes salen a la calle el Estado se pone en alerta porque es un gran contaminador de ideas”, enfatizó.
Agregó que al igual que en el 68, ahora el gobierno de Andrés Manuel López Obrador está obligado a entregar resultados y resarcir los daños a los familiares de los estudiantes, pues está en juego su credibilidad.
Señaló que no solo es un asunto del presidente, pues también le corresponde al Poder Judicial así como al Ejército, pero los padres de los estudiantes depositaron su confianza en el actual gobierno.
Por último, consideró que a corto plazo se deben presentar los resultados de la investigación, pues también están en juego la legitimidad del presidente, así como puede perder la base social que lo llevó al poder.
“El Estado Mexicano está obligado a decir ya cuál es el resultado de ese diagnóstico y a resarcir los daños, esta es la espina que trae en la espalda el gobierno mexicano de izquierda, sino lo resuelve el costo será muchísimo: el abandono de los ciudadanos como la base social, la credibilidad y la pérdida de legitimidad del presidente, el caso es serio y es similar, salvo sus cualidades particulares a 1968”, puntualizó.