Tras meses en zozobra, los negocios de Querétaro hacen ajustes para la “nueva normalidad”
En una situación financiera muy precaria, la mayoría de los negocios en la ciudad han comenzado a reabrir para atender a su clientela según los parámetros de la “nueva normalidad”
El pasado 17 de junio comercios del estado de Querétaro reabrieron sus puertas para ofrecer sus servicios y productos a los queretanos, esto bajo todas las medidas de protección y seguridad sanitaria establecidas por el gobierno estatal y federal.
Tras un recorrido realizado en distintas plazas y locales de Corregidora y Querétaro, Códice Informativo entrevistó a gerentes y encargados de algunos establecimientos, quienes reconocieron que gradualmente podrán regresar a la normalidad para atender al cien por ciento a sus clientes.
En el centro histórico, a diferencia de los días anteriores, en donde la mayoría de los comercios estaban cerrados, este miércoles, se podía observar a los empleados listos para atender a los primeros clientes, después del confinamiento. En los negocios de ropa, calzado, además de restaurantes y cafeterías, se observaban a la entrada, empleados con cubrebocas, caretas y con gel anti bacterial.
Sin embargo, no todos los negocios abrirán inmediatamente. En un local de comida, ubicado en la esquina de la calle Corregidora y el andador 5 de Mayo, Fátima Silva Parga señaló que, han decidido abrir hasta el viernes, mientras realizan las labores de limpieza del espacio. El confinamiento, reconoce, afectó sus finanzas considerablemente, al dejar de asistir clientes a consumir.
“Si nos afectó mucho, sobretodo, se nos habló mucho de apoyos, y a la mera hora el apoyo no llegó, entonces, si es un poquito complicado. Este es uno de los momentos más conflictivos en la pandemia”, dijo.
Francisco Mendoza, es jefe en la sucursal del centro histórico de Bisquets Obregón. Como parte de las medidas de seguridad sanitaria, explicó que se redujo el aforo de 30 a 12 clientes que podrán sentarse en cinco mesas disponibles y separadas por la sana distancia.
Para mantener las medidas de distanciamiento, se colocaron cintas para aislar en las mesas que no podrán ocuparse. Además, desde la panadería, las piezas de pan se envuelven en poli papel, para evitar que este se contamine y el menú está disponible a través de códigos QR y con cartas desechables.