Familiares de pacientes con COVID-19 viven un duelo anticipado, dice especialista
Esto se debe a que no saben qué va a pasar con su pacientes, ya que, según las disposiciones sanitarias, para evitar contagios, quien padece este virus debe permanecer aislado, indicó la trabajadora social Marisol Lizárraga
Marisol Izárraga Álvarez labora desde hace 16 años como trabajadora social. En el Hospital General, ahora destinado a la atención de pacientes COVID, su labor consiste en acompañar a los pacientes, desde su ingreso, hasta su egreso y vincular a los médicos con los familiares.
Marisol describe que, con el COVID, los y las trabajadoras sociales deben entender que las familias de los enfermos viven un duelo anticipado, porque no saben qué va a pasar con su pacientes, ya que, según las disposiciones sanitarias, para evitar contagios, quien padece este virus debe permanecer aislado.
“Nuestro trabajo es ese: tratar de bajar ese estrés que traen los familiares. No somos psicólogos, pero tenemos que involucrarnos con ellos, tener esa empatía. A veces no se explica esa necesidad de estar en contacto con su paciente (…) los comprendemos, los entendemos y los atendemos”, menciona.
Una vez que ingresan los pacientes en Urgencias, Marisol explica que, las trabajadoras sociales deben recopilar información que permita comunicar al médico con los familiares sobre el estado de salud del paciente.
Aunque no comunican de manera directa su estado de salud, reconoce que, desde que una trabajadora social tiene contacto con los familiares, ya tienen la “sensación” de que algo “malo está pasando”.
“Nosotros no podemos decirle que es lo que está pasando, tiene que ser el médico (…) A veces nos dicen que somos muy insensibles, pero la verdad es que no, sentimos como cualquier otra persona, somos empáticos como cualquier otra persona, pero tenemos que tener la cabeza fría”, enfatiza.
Aunque parte de su labor implica el comunicar “malas noticias”, también resalta que, se deben comunicar las altas hospitalarias; incluso, Marisol fue quien llevó al primer paciente de COVID-19 a su domicilio; “su familia estaba en cuarentena entonces no teníamos forma de llevarlo con ningún familiar”, añade.
Enfatiza que su labor, es fundamental en las circunstancias del COVID, ya que, observan una parte de los familiares y pacientes, que los médicos no alcanzan a notar; “Mi trabajo (…) es para mí, mi pasión. Ser trabajadora social para mi es lo máximo (…) te haces más sensible. Si te pega, te llega mucho; a veces, también se vale enojarse. Ves a la gente en la calle y dices, no traen cubrebocas o no están haciendo esto. Si cambia tu forma de hacer las cosas (…) no sabes en qué momento te vas a contaminar y no sabes que vas a llevar a tu casa, con tu familia”, menciona.
Sin embargo, la realidad en la que vive el personal de salud al interior del Hospital General, es ajena para muchos; aunque desde a finales del año pasado, las noticias de todo el mundo alertan de la existencia del virus, esto aún no es creíble para todos.
“…quisiéramos todos que fuera falso, pero la realidad es que no es así y que tenemos que tener mucha precaución. A lo mejor no creemos, porque no nos ha tocado directamente a nosotros (…) A lo mejor no nos podemos quedar en casa, porque tenemos que trabajar. Desde el punto social, tienes que ver por tu familia, tienes que salir a trabajar, llevar para la comida, pero con las precauciones debidas, podemos controlar esto”, aseguró.