¿Cómo cambió el mundo tras la caída del Muro de Berlín?
A treinta años de este acontecimiento, Códice Informativo analiza algunas de sus consecuencias
Hace 30 años, el 9 de noviembre de 1989, tuvo lugar la caída del muro de Berlín, acontecimiento que puso fin a la división que separó tanto la capital alemana como al resto del continente europeo en dos realidades políticas y económicas desde que finalizó la Segunda Guerra Mundial.
La estructura constaba de 55 kilómetros de muro de concreto que los ciudadanos de la entonces República Democrática Alemana (RDA) derribaron poco a poco con la esperanza de reunirse con familiares y amigos que habían quedado tras el muro cuarenta años atrás.
Los centenares de cruces que aún se pueden apreciar en donde antes estuvo la estructura, dejan testimonio de los millones de alemanes, checos, serbios, rusos y polacos que arriesgaron sus vidas intentando saltar la estructura para llegar hasta lo que consideraban un futuro mejor.
La caída del muro generó un cambio fundamental en el corto, mediano y a largo plazo. A continuación detallamos cuáles fueron algunos estos cambios y las consecuencias que tuvieron para Alemania, Europa y el resto del mundo.
Reunificación de Alemania
Con la caída del muro, los ciudadanos alemanas de la RDA conocieron algunos productos de occidente como la televisión a color y algunos alimentos. Sin embargo, no todo fueron maravillas luego de la reunificación, pues las negociaciones entre Helmut Kohl, líder de Alemania Occidental y Mijaíl Gorbachov, exdirigente de la entonces Unión Soviética, produjeron cambios profundos en la economía del país.
Las ciudades industriales del este, como Magdeburgo, resultaron demasiado poco competitivas en comparación con sus pares del lado occidental, por lo que se produjo una extensa desindustrialización en varias ciudades medianas a los alrededores de Berlín.
Esta circunstancia, que coincidió además con una política económica de competetividad muy dura para los ciudadanos acostumbrados a la protección estatal, repercutió en el tejido social de esta región alemana.
Las oleadas de migración procedentes de lugares como Turquía y el multiculturalismo impulsado por el nuevo modelo económico y político, abonaron a la aparición de resentimiento entre algunos sectores de lo que en su momento fueron las clases medias en la RDA, lo que, para algunos analistas, explicaría el populismo de derechas que hoy crece en popularidad dentro de algunas regiones alemanas.
Desaparición de la Unión Soviética y fin del Bloque Comunista
La principal consecuencia de la caída del Muro de Berlín fue el colapso generalizado de los gobiernos soviéticos en Europa del Este. Semanas después de la caída del muro, hubo protestas generalizadas en Checoslovaquia, Rumanía, Polonia, Hungría y la URSS.
En el caso de Rumanía, por ejemplo, las manifestaciones multitudinarias de Timsoara culminaron con el derrocamiento, juicio y ejecución del comunista Nicolau Ceausescu, mientras que en Polonia, el movimiento Solidaridad, de inspiración cristiana y con su núcleo en la ciudad obrera de Gdansk, permitió el ascenso de una nueva clase política.
En Checoslovaquia, la Revolución de Terciopelo llevó al poder al intelectual Vaclav Havel, pero también exarcerbó las diferencias entre los diferentes grupos étnicos en el país, lo que culminó con la separación de Checoslovaquia en dos naciones distintas.
Algo similar ocurrió en las que hasta entonces eran las principales potencias del entorno comunista: Yugoslavia y la Unión Soviética. El primer país, se fragmentó en varios estados pequeños en medio de una cruenta guerra intestina, mientras que la Unión Soviética llegó a su fin en 1991, fragmentándose también en varias naciones independientes.
Como ocurrió durante las dos guerras mundiales, el mapamundi cambió una vez más.
Fin de la Guerra Fría y aislamiento de Cuba
En los años 60 comenzó una polarización mundial encabezada por Estados Unidos y la URSS que conllevó enfrentamientos indirectos de manera ideológica, política, económico, social, militar, informativa y científico entre ambos países. Sin embargo con la desaparición de la URSS llevaría consigo nuevas políticas de relaciones exteriores.
Cuba fue el país latinoamericano que más resintió el fin de la Guerra Fría, pues la desaparición de la URSS supuso la pérdida de su principal aliado comercial, lo que dejó a la Isla a merced de las vicisitudes generadas por el bloqueo impuesto desde los Estados Unidos.