Sindicalizados queretanos recibirían incremento salarial de 6 por ciento
Adelanta el titular de la secretaría del Trabajo, Tonatiuh Salinas Muñoz, que el aumento sería para los mil 800 empleados que pertenecen a 200 organizaciones
Un incremento salarial del 6 por ciento recibirían en el 2013 los mil 800 trabajadores agremiados a unos 200 sindicatos en la entidad, adelantó del titular de la secretaría del Trabajo, Tonatiuh Salinas Muñoz.
En entrevista, señaló que el aumento sería similar al que recibieron en este año después de las distintas negociaciones con las que consiguieron un aumento salarial del 4.7 por ciento, más las compensaciones en prestaciones, lo que les permitió cerrar el año con un promedio del 6 por ciento, es decir, 0.2 por ciento por encima de la media nacional.
No obstante, apuntó que si bien los mil 800 trabajadores verán un incremento sustancial en su salario, en general los cuatro mil trabajadores registrados en el seguro social tendrán una modificación en el propio de acuerdo a los aumentos en la inflación, aunque la diferencia es que no están en una organización sindical.
“Se cierra con un promedio de prácticamente el 6 por ciento en todas las negociaciones que se llevaron a cabo dentro del estado. Ahora, nosotros prevemos que para el próximo 2013, además de considerar los aumentos tanto de inflación como también de los ajustes a los salarios mínimos, cada una de las empresas tendrá que estar evaluando sus resultados en productividad y competitividad para ajustar así las proyecciones del próximo año que estimamos serán muy parecidos a lo que fue en el 2012”, explicó.
Salinas Muñoz exaltó que actualmente el estado de Querétaro está colocado como la tercera entidad con mejor salario promedio en el país, lo cual significa que en promedio un trabajador queretano recibe 293.88 pesos al día.
Al mismo tiempo, subrayó que el estado acaba de cumplir una década sin huelgas dentro del sector productivo, por lo que seguirán trabajando para evitarlas en la mayor medida posible, aunque aclaró que esto no significa que los trabajadores hayan sacrificado sus derechos, ni que los empleadores hayan dado más de lo que deban.